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El gobierno de Brasil envía tanques contra la población de los barrios pobres de Río

Viernes.26 de noviembre de 2010 1580 visitas Sin comentarios
La excusa, combatir el narcotráfico; en el horizonte las Olimpiadas. #TITRE

Según nos ilustran mass media como el Diario El País el gobierno brasileño ha enviado al ejército a la mayor favela de Río de Janeiro a luchar contra los narcotraficantes. Según fuentes gubernamentales a las que se refiere El País “las dos grandes facciones de traficantes de droga se han juntado para declarar la guerra al Estado bajo el lema Unidos por la droga.”

Si leen el resto del artículo podrán asistir a una historia que resulta difícil de creer por sus tintes apocalípticos y por el abuso de recursos de deformación maniquea de la realidad ya demasiado vistos:

- “Anoche, nuevas acciones terroristas recorrieron la ciudad”. Cómo no, es una (otra) guerra justa contra el terrorismo.

- “Una madre aconseja a su hija al salir para trabajar que, si paran su autobús y se acerca algún traficante con un tanque de gasolina, se arroje enseguida por la ventana.” Tremendismo demagógico y ternurista a la carta.

- “Se calcula que allí se concentran cerca de mil traficantes.” ¿Quién y cómo los contó?

- “La opinión pública es unánime: esta vez, las fuerzas del orden no pueden volverse atrás y tienen que ganar la guerra.” Vamos chicos, esto es una guerra, la patria está en peligro.

- “Esta vez los habitantes de las favelas, donde ayer entraban los tanques de guerra, salió de sus casas hasta en ropas menores, para aplaudir a policías y militares y ofrecerles agua. Antes se encerraban a cal y canto en sus chabolas.” Lo mismo que nos cuentan sobre las tropas invasoras en Haití o Afganistán, cuando bien sabemos que es lo contrario.

- “La ciudad brasileña, sede de los Juegos Olímpicos en 2016, vive un momento crucial para eliminar la violencia en sus barrios más deprimidos.” 1: ¿Preguntaron a la gente de esos barrios si desean que la violencia se elimine con esta metodología bélica? 2: ¿Violencia? ¿Quiénes son los verdaderamente violentos?

- Etc.

Si se trata de detener narcotraficantes en una zona urbana densamente poblada, ¿para qué necesitan los tanques? ¿No les parece una forma un tanto extraña de detener delincuentes?


Conclusión:
Mucho nos tememos que todo este discurso de “la guerra contra el terrorismo narco” solo esconde una ambiciosa operación de limpieza y desplazamiento de poblaciones pobres hacia zonas más alejadas y de menos valor urbanístico en la ciudad. La operación “limpieza” de Río acaba de comenzar. No es una limpieza de delincuentes, los cuales están cómodamente sentados en los despachos de la zona lujosa del centro. Es una limpieza de pobres. Como ya ha pasado en eventos anteriores la autoridad político-económica aprovecha las Olimpiadas para apropiarse de zonas de la ciudad que aspira a reurbanizar, transformar y convertir en suculentos beneficios. Es terrible que tal cosa sea así, y es maquiavélico que nos lo cuenten de otra forma, tal como, una vez más, hace El País. Pobres habitantes de Río, tan contentos se pusieron cuando su ciudad fue proclamada como sede de las Olimpiadas. Desconocían la maldición terrible que tal cosa entrañaba.

P.D. Nos resulta confirmatorio de lo anteriormente dicho la noticia publicada hoy (30-11-10) en Diario El País que se titula "Las fuerzas brasileñas toman el control de la favela de Río sin apenas resistencia". En el citado artículo se dicen cosas como esta: "Vencimos. Trajimos la libertad a la población del Alemão", ha dicho a los periodistas el comandante de la Policía Militar de Río de Janeiro, coronel Mario Sergio Duarte (...) "No hubo la resistencia que esperábamos", agregó. (...) las decenas de narcotraficantes que se habían hecho fuertes en las favelas del Alemão desde el pasado jueves "prefirieron huir". (...) El coronel Lima Castro ha enviado un mensaje a todos los habitantes de las favelas del Complexo do Alemão para que, cuando los miembros de las fuerzas de seguridad entren en sus casas, no hagan movimientos bruscos ni pongan impedimentos al registro.....
Como puede verse, los más de mil traficantes han pasado a ser sólo decenas y la terrible resistencia terrorista que se iba a combatir ha desaparecido como por arte de magia. Sin embargo ahora viene lo peor: la aplicación de "la libertad" que han llevado al barrio supondrá una fuerte presión sobre todas las personas residenten, a quienes ya se avisa de que no se resistan cuando militares y policía irrumpan en sus viviendas, es de creer que sin mandamiento judicial alguno y sin el menor respeto a derecho constitucional que valga.

Nota de Tortuga.


Brasil: la acción conjunta de policía y ejército detiene a “peligrosos narcoterroristas” y decomisa su droga

En esta web no negamos que en Río pueda haber traficantes organizados y armados, pero tememos mucho que tras esta desproporcionada invasión militar de un barrio pobre se esconda una limpieza social para especular con el terreno y hacer buenos negocios, con los Juegos Olímpicos como telón de fondo.

Muchas fotos impactantes


Lula envía al Ejército de Tierra para reforzar la guerra contra los traficantes en Río

Los habitantes de las favelas aplauden el paso de los carros de combate después de cinco días de disturbios

JUAN ARIAS - Río de Janeiro

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, enviará 800 soldados del Ejército de Tierra a Río, además de dos helicópteros militares y más tanques de guerra, para reforzar la acción de la policía y de los efectivos de Marina que intervienen en la batalla desencadenada el domingo en las favelas. Las dos grandes facciones de traficantes de droga se han juntado para declarar la guerra al Estado bajo el lema Unidos por la droga.

Río lleva en guerra ya seis días. Anoche, nuevas acciones terroristas recorrieron la ciudad. Al menos 45 coches y autobuses han sido incendiados en las últimas 24 horas y se han sucedido tiroteos contra la policía que patrulla las calles casi desiertas. El 95% de los autobuses públicos se quedaron anoche en los garajes por temor a nuevos ataques.

"El miedo se palpa en las caras de los cariocas", escribe el diario O Estado de Sâo Paulo. Una madre aconseja a su hija al salir para trabajar que, si paran su autobús y se acerca algún traficante con un tanque de gasolina, se arroje enseguida por la ventana. Se lo dice ya con la rutina de quien le advierte que se ponga el jersey si siente frío.
El secretario de Seguridad de Río, José Beltrán ha anunciado que la batalla en el Complexo Alemáo, la favela donde se centra la lucha, considerada la Franja de Gaza de Río, va a continuar hoy. Se calcula que allí se concentran cerca de mil traficantes. El secretario no ha querido dar datos concretos "para preservar la seguridad de los militares".

La opinión pública es unánime: esta vez, las fuerzas del orden no pueden volverse atrás y tienen que ganar la guerra. No basta una victoria más, como a las que estaban acostumbrados, para constatar después, desilusionados que el dragón del narco vuelve a levantar con mayor fuerza. Por primera vez en la triste y violenta historia de la lucha contra los traficantes, esta vez los habitantes de las favelas, donde ayer entraban los tanques de guerra, salió de sus casas hasta en ropas menores, para aplaudir a policías y militares y ofrecerles agua. Antes se encerraban a cal y canto en sus chabolas.

Hasta ayer, quienes viven en las favelas tenían más miedo de la policía que de los traficantes. Los primeros entraban disparando a discreción, matando con total impunidad a camellos e inocentes, y después volvían a sus cuarteles; a los segundos se les veía a veces como mecenas de los más necesitados, para quienes acometían acciones sociales. Desde las garitas de los tanques, los soldados gritaban ayer a la población, "esta vez estamos entrando para ganar la guerra" y la gente les aplaudía y hasta bendecía.

Los brasileños que acaban de ver en masa la segunda parte del film Tropa de Élite, con diez millones de espectadores en 40 días, creían que estaban asistiendo de nuevo a la película. Cientos de traficantes huían a pie o se escondían en el campanario de Penha, los médicos del hospital Getulio Vargas de la Penha preferían dormir en el hospital por miedo a volver a sus casas. Esta mañana esos eran los temas de conversación en la calle, en los taxis y en los cafés de los ciudadanos de todo el país.

"Ayer fue un día en el que la realidad imitó al arte" escribe esta mañana el comentarista político de O Globo, Merval Pereira. "Fue también el día en que la población, como un todo, tomó conciencia por vez primera de la gravedad de la situación, que hasta ahora era sentida sobretodo en la carne de los habitantes de las favelas", comenta.


Río lleva tanques a las favelas para una batalla decisiva contra el narcotráfico

La ciudad brasileña, sede de los Juegos Olímpicos en 2016, vive un momento crucial para eliminar la violencia en sus barrios más deprimidos.- Un ex director de Policía dice que el objetivo solo puede lograrse "ahora, o nunca más"

JUAN ARIAS | Río de Janeiro

En Río, apellidada la ciudad maravillosa, la violencia continúa y se ha cobrado hoy siete nuevas víctimas mortales más en la batalla que libran las fuerzas del orden contra el narcotráfico. Esta mañana han sido incendiados otros tres vehículos públicos y por primera vez se han visto seis tanquetas, conducidas por soldados de la Marina brasileña, frente a la favela de Vila Cruzeiro, suburbio violento donde ya estaban actuando 10 vehículos blindados del BOPE (Batallón de Operaciones Policiales Especiales) y donde las autoridades creen que se han escondido los narcos que han declarado guerra a la ciudad. Se trata de la primera vez en que se emplean vehículos militares de este tipo, con ametralladoras de calibre 50, tras la creación de las Unidades de Policía Pacificadora en 2007 con el objetivo de restablecer la acción del Estado en las zonas controladas por narcos.

La ciudad, que será una de las sedes del Mundial de Fútbol de 2014 y acogerá los Juegos Olímpicos de 2016, vive una ola de violencia desde el pasado domingo. Desde entonces, según las últimas cifras oficiales, han ardido 55 vehículos y 30 personas han muerto en la respuesta de la Policía, que ha entrado en 28 favelas en las que se sospecha que se refugian narcotraficantes. En Vila Cruzeiro, las televisiones han mostrado en directo imágenes de la entrada de los policías (unos 350 efectivos, según medios brasileños), de los traficantes armados recorriendo las calles e incluso de la huida de un grupo de criminales a uno de los suburbios vecinos, que ha sido captada desde un helicóptero de la red de televisiones del grupo Globo.

El gobernador del Estado de Río, Sérgio Cabral, ha aparecido a hoy en la televisión para pedir a los cariocas que hagan "su vida normal", sin miedo a la guerra creada por los traficantes de droga, ya que lo que estos desean "es crear el pánico en la ciudad" como demostración de fuerza. A pesar de ello, la zona sur de Río, que es la zona noble y rica donde están ubicadas las famosas playas de Copacabana, Leblón e Ipanema, ha amanecido con poco tránsito de vehículos privados y autobuses medio vacíos.

"Ahora o nunca"

Una de las personalidades de la Policía de Río, Rodrigo Pimentel, ex capitán del BOPE y guionista de los famosos filmes Tropa de Élite y Tropa de Élite 2 -ambas sobre sobre la guerra de las fuerzas del orden contra los traficantes y las milicias que aterrorizan a los ciudadanos de las favelas- ha hecho esta mañana unas declaraciones al portal Terra con esta frase lapidaria: "Río, ahora o nunca más".

Crítico siempre de las autoridades políticas que, según él, no han acertado hasta ahora en la lucha contra el narcotráfico, Pimentel ha confesado que durante los 12 años en que actuó en la Policía de Río fue siempre pesimista: "Me parecía que estábamos enjugando una piedra de hielo", comenta. Ahora, al revés, ha llegado la hora en que si existiese voluntad política -y asegura que esta vez existe- se podría dar paso al optimismo. "Por fin empieza a verse una luz al final del túnel", ha dicho.

Pimentel cree que el camino de pacificar poco a poco las favelas, liberándolas de las garras de los traficantes de droga, es la única solución viable para acabar con esta especie de guerra civil que vive la ciudad. Eso sí, el ex capitán del BOPE advierte que Río se encuentra ante una situación única que no puede dejar pasar. Aunque para ello la ciudad deberá vivir aún cinco o seis días más de pánico, hasta que las fuerzas del orden impongan la normalidad.


Las fuerzas brasileñas toman el control de la favela de Río sin apenas resistencia

2.600 hombres participan en la operación.- "Vencimos", asegura el comandante de la policía militar, que explica que ahora comienza el registro "casa por casa".

JUAN ARIAS / AGENCIAS - Río de Janeiro - 28/11/2010

Unos 2.600 policías y militares brasileños han tomado los principales puntos de las favelas del Complexo do Alemão, en Río de Janeiro, sin encontrar la resistencia armada que esperaban, según han anunciado fuentes policiales. La operación comenzó hacia las ocho de la mañana (tres horas más en la España peninsular), tras vencer anoche el plazo dado a los centenares de narcotraficantes que allí se refugiaban para entregarse.

"Vencimos. Trajimos la libertad a la población del Alemão", ha dicho a los periodistas el comandante de la Policía Militar de Río de Janeiro, coronel Mario Sergio Duarte. En apenas hora y media, los miembros de las policías Militar, Civil y Federal, así como del Ejército, apoyados por helicópteros militares y de blindados de la Armada, ocupaban los lugares estratégicos de la intrincada red de favelas que se desparrama desde lo alto de un cerro en la zona norte de Río de Janeiro. El complejo estaba cercado desde el viernes, y ayer las fuerzas de seguridad penetraron en él, pero sin actuar.

"No hubo la resistencia que esperábamos", agregó Duarte mientras en los barrios cercanos al complejo de favelas era posible escuchar todavía algunos tiroteos. El jefe policial advirtió que ahora se enfrentan a una operación de "paciencia y mucho cuidado" para consolidar el control del área mediante la búsqueda de delincuentes "casa por casa" en esa inmensa barriada en la que habitan unas 400.000 personas.

Enfrentamiento inevitable

Duarte añadió que las decenas de narcotraficantes que se habían hecho fuertes en las favelas del Alemão desde el pasado jueves "prefirieron huir" a enfrentarse a las fuerzas del orden, lo que, en su opinión, no significa que no estén preparando alguna reacción. "Solo conquistamos el terreno", explicó Duarte, quien subrayó que la tropa tiene por delante un intenso trabajo para consolidar el control del área.

"Han preferido esconderse por el momento, pero el enfrentamiento será inevitable", ha alertado por su parte el ex comandante del BOPE (Batallón de Operaciones Especiales) Paulo Storani, que advierte que los narcos conocen muy bien el territorio, y pueden estar concentrados en algún lugar para preparar una emboscada. Otros se han podido esconder en las casas de los habitantes durante la noche.

Agentes y militares han detenido por el momento a más de una decena de personas y han decomisado algunas armas y cantidades de marihuana y cocaína, según la policía. Las autoridades no han informado aún sobre muertos o heridos en la operación que busca poner fin a la ola de violencia iniciada hace una semana por narcotraficantes del Comando Vermelho (Comando Rojo), que en un abierto desafío a las autoridades quemaron un centenar de vehículos en distintos barrios de Río de Janeiro y su área metropolitana.

Sin movimientos bruscos

El coronel Lima Castro ha enviado un mensaje a todos los habitantes de las favelas del Complexo do Alemão para que, cuando los miembros de las fuerzas de seguridad entren en sus casas, no hagan movimientos bruscos ni pongan impedimentos al registro. La policia sabe que muchos de los narcos obligan, armas en mano, a que la gente les esconda en sus casas y no pueden denunciarles.

Es el momento más duro y difícil para sus habitantes. La gente se pone nerviosa y teme que se llevan a algún joven de la familia confundiéndolo con un traficante. A veces las madres empiezan a gritar y reaccionan contra la policia. De ahí la recomendación de permanezcan tranquilos durante los registros.

Las organizaciones que vigilan que se respeten los derechos humanos de los habitantes de las favelas temen que en la guerra en curso "todo pueda justificarse". Temen que, como otras veces, puedan morir jóvenes inocentes que nada tienen que ver con el narcotráfico o que el registro de las casas derive en una acción violenta sin respeto a las personas.

También han surgido voces que se preguntan por qué los militares han esperado 12 horas desde el final del ultimátum para la rendición, anoche, para actuar, dando tiempo a los narcos a esconderse y reorganizarse.

Llamamiento a madres y esposas

El plazo para que los narcotraficantes acorralados en el Complexo Alemão se entregaran voluntariamente a las fuerzas del orden terminó a las nueve de la noche, hora local. La negociación llevada a cabo por el coordenador de la ONG Afro Reggae, José Junior, que tiene buenas relaciones en las favelas, fracasaron la noche anterior. El activista afirmó, tras hablar con algunos de los narcotraficantes: "Algunos me han prometido entregarse, aunque otros prefieren morir luchando".

Aunque el diputado de Río Marcelo Freixo informó anoche de que se habian entregado 31 de los traficantes, llevados de la mano por sus madres, no ha sido confirmada oficialmente por la policía, que solo ha admitido la rendición de Diego Raimondo da Silva, de 25 años, conocido con Mister M y brazo derecho de uno de los mayores jefes de los narcos del Alemão. Según declaró la madre en televisión, Da Silva atendió a sus súplicas y a las de un hermano, pastor protestante.

La policia ha detenido esta mañana a una treintena de personas, y se ha incautado de numerosas armas de fuego y de toneladas de droga.

Colaboración ciudadana

Los habitantes de las favelas han enviando cientos de mensajes anónimos a las fuerzas del orden dando indicaciones sobre posibles escondites de los narcos, cosa que nunca habian hecho anteriormente por miedo a las represalias. Ahora, ellos mismos afirman que se han decidido a hacerlo porque tienen esperanzas de que las favelas acaben por fin liberadas de los "bandidos", como llaman a los traficantes.

La operación policial iniciada la pasada semana dejó al menos 35 muertos. El jueves, las fuerzas de seguridad expulsaron a las bandas armadas de la favela Vila Cruzeiro, uno de sus fortines en la ciudad. Los narcos que huyeron se escondieron en el Complexo Alemão, lo que llevó a la policía a cercar ese inmenso conjunto de favelas que finalmente ha sido tomado hoy.

Diario El País


El Ejército brasileño prepara el asalto a otras dos grandes favelas de Río
Los militares quieren tomar Rocinha y Vidigal tras el éxito en Complexo do Alemão

JUAN ARIAS - Río de Janeiro .- 1-12-10

Tras 30 años en los que hasta los más altos cargos de la policía brasileña daban por perdidas las favelas de Río de Janeiro dominadas por los narcotraficantes, la luz al final de túnel comienza a verse para los miles de familias cariocas que han vivido atemorizadas por un poder paralelo al Estado. "Ahora nos lo creemos porque lo hemos visto con nuestros ojos. Esta vez, las fuerzas del orden van en serio", dijo un hombre de las favelas que componen el Complexo do Alemão, liberado en los últimos días por una operación conjunta del Ejército y la Policía Militar inédita en los 25 años de democracia brasileña.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha elogiado la labor de las fuerzas de seguridad y ha dicho que la guerra del Gobierno de Río de Janeiro contra el crimen organizado será hasta la victoria final. Lula visitará próximamente el Complexo do Alemão, una zona cuyo acceso, hasta el domingo pasado, tenía que ser negociado por las autoridades con los narcos. Y para evitar el resurgimiento de las bandas en la barriada, el gobernador de Río, Sérgio Cabral, ha pedido que al menos 2.000 soldados permanezcan en la zona liberada de narcos al menos durante los próximos siete meses para ayudar a la policía militar y civil a completar la obra de pacificación de un territorio de 240.000 habitantes que reúne a 15 de las favelas más violentas de la ciudad.

El Gobierno también ha anunciado que la guerra contra el narcotráfico no ha acabado con la toma del Complexo do Alemão y de otra docena de favelas menores ya pacificadas. Se calcula que los criminales dominan aún 420 de las más de 1.000 favelas que rodean a la ciudad como una corona de espinas. De ellas, las dos más emblemáticas -y cuya pacificación supondrá el paso definitivo en la lucha por desterrar la brutal violencia ciudadana- son las de Rocinha y Vidigal, ambas enclavadas en el corazón rico de la ciudad y cercanas a sus famosas playas de Leblón e Ipanema, y claves para la imagen de Brasil con vistas al Mundial de Fútbol que acogerá en 2014 y a los Juegos Olímpicos, que se celebrarán en 2016.

Es un secreto a voces que las fuerzas armadas y policiales preparan el asalto a ambos barrios y el propio gobernador Cabral ha asegurado que el control de ambos territorios por parte del Estado es inminente. Las autoridades saben que solo a partir del éxito de estas operaciones se podrá decir de verdad que puede hacerse realidad el sueño de convertir a las grandes y famosas favelas cariocas en barrios normales.
Las favelas de Rocinha y Vidigal son las que más atención de los políticos han recibido, así como de un sinfín de ONG con iniciativas sociales, culturales y religiosas para mejorar la vida cotidiana. Se las conoce como "las favelas de la droga de los ricos", porque a ellas suelen acudir los consumidores de clase media y alta.

Vidigal, aunque solo cuenta con 10.000 habitantes, es de las favelas más significativas y violentas de la ciudad. Situada al pie de los rascacielos más lujosos de Río, sus moradores se encuentran entre los más pobres y más golpeados por la violencia de los narcotraficantes que operan desde ese barrio.

La favela de Rocinha, próxima a la de Vidigal, en el camino de las carreteras que llevan a São Corrado y Barra, es también la mayor de todos los poblados de chabolas, con más de 100.000 habitantes (el Complexo do Alemão tiene más, pero es un conjunto de 15 favelas). Los habitantes de Barra, considerada la Miami de Río por su modernidad, sufren diariamente los asaltos por parte de los narcos que bajan de las favelas.

Después del asalto militar y policial y la toma de ambos barrios, vendrá una segunda fase más difícil, según los analistas de seguridad pública: la de la guerra contra todo el entramado que nutre y potencia las organizaciones criminales, una fuerza nueva y moderna del tráfico de drogas que incluye a miembros corruptos de las fuerzas policiales, abogados vendidos a los grandes capos de la droga que siguen dando órdenes desde las cárceles, y jueces y políticos sobornados.

La toma de las tres grandes favelas es solo el primer paso para derrotar al crimen organizado y el requisito para empezar a atajar la corrupción que apuntala el tráfico de drogas. La población de Río de Janeiro, según las encuestas, no solo apoya las operaciones de las Fuerzas Armadas, sino que exige a las autoridades políticas que lleguen hasta el final del asunto y que destierren de una vez para siempre el narcotráfico de las favelas.