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El documental "Sanfermines 78"

Domingo.4 de diciembre de 2005 16707 visitas - 9 comentario(s)
www.kaosenlared.net #TITRE

Blas López-Angulo (Kaos. Memoria histórica)


Breve sinopsis:
Al final de la corrida taurina se produce un incidente entre quienes despliegan una pancarta pro amnistía en el ruedo y un sector de la plaza que los abuchea. De pronto aparecen unos 200 antidisturbios “a fuego y sangre”. Los miembros de las peñas, niños y mayores, se refugian como pueden en los tendidos y les lanzan de todo. Hay muchísimos heridos. Cuando por fin las fuerzas del “orden” se retiran, en las calles se concentra más gente indignada. Es entonces cuando es abatido por un disparo de bala Germán Rodríguez. La batalla es total durante toda la noche. Los heridos son cientos, y bastantes por armas de fuego.

Según adelantaba el Diario de Jerez el documental premiado en Cádiz “interesará a los amantes de la historia reciente”. Pues sí. Y por eso mismo quiero hablar de él a mis amigas lectoras y a mis amigos lectores, sabedor de que les interesará. Sólo siento, que si no pudieron verlo en Cádiz o en el festival de cine español de Málaga, tengan que peregrinar a una pequeña sala de cine pamplonica, que lleva semanas repleta. No conozco el caso de mayor exhibición comercial. Que sepa, ninguna copia más en Euskal Herria o en la capital Madrid. Por tanto, sí es el caso de menor exhibición comercial, según mis precarios datos.
En cambio, espero y no dudo de que 3.000 euros de inversión y dos años de trabajo sirvan para mantener la llama de “los amantes de la historia reciente” y prenderla en mucho más.
Sanfermines 78 no es una crónica taurina o festiva. “No mezclar la política con la fiesta”, dicen algunos. Como si para los de arriba hubiese algo neutral. Sanfermines 78 rememora 25 años después desde la propia fiesta con cámara en mano y con los documentos disponibles los trágicos sucesos de la tarde del 8 de julio de 1978 y de la madrugada siguiente. Para un resumen más amplio de los mismos remito a las lectoras y lectores de este diario a lo que en esas fechas de julio de este año publicó aquí y en Rebelión Jesús Prieto, con la addenda de un artículo de Gara. Javier Ortiz en su página en 2003 también reivindicó la memoria de estos hechos. El documental, a pesar de su davidesca difusión, es ocasión para lo mismo. El ejemplo de tantos pamploneses ayuda a sumarse en tal empeño.

La película muestra como nadie en Pamplona se olvida de lo sucedido, los homenajes que tienen lugar y, salvo raras excepciones, todo el mundo se moja, sea del ropaje que sea. Pocos tienen dudas de que aquello fue una barbaridad y de quien la cometió. De hecho, ante la cámara desfilan algunos testigos muy cualificados y protagonistas.

En una primera parte, el documental analiza la conflictividad y el contexto político que rodearon esos sanfermines. Como en las vísperas la extrema derecha, brazo largo y consentido de las fuerzas armadas, los calentó. Con bates de béisbol tomaron el casco viejo. En la calle Chapitela de un navajazo resultó muerto uno de sus integrantes, que resultó ser un teniente del ejército. Por otra parte, llevaba casi un año negociándose la Constitución sin resolverse el futuro de Navarra junto a Euskadi o como autonomía foral. Preocupaba y mucho -como se dice en el film- a los jerarcas del Estado la primera posibilidad. Navarra, con sus muchos kilómetros cuadrados de extensión, incluso de frontera, con su cuenca media de cereales y las huertas de su Rivera ofrece a Euskadi las evidentes hechuras de nación.

En cuanto a las responsabilidades, se incoó un sumario que se archivó. ¿Sería por falta de pruebas?, se preguntan algunos. La comisión de peñas investigó y aportó muchas de ellas. Lo que nunca se entregó por quienes además era su obligación fue el arma homicida. El gobernador civil de la época reconoce que se usaron pistolas (como que en pantalla aparece la grabación que uno de los más avispados testigos realizó: en la emisora policial se ordena: “...con todo a esos hijos de la gran puta”), pero no se le corta un ápice su risa sardónica cuando “matiza” que sólo dispararon al aire.

El relato del gobernador militar, por mucho que no quiera, es igual de transparente. Al final la culpa era de la deficiente tecnología comunicativa de los 70 que hizo entrar a la plaza a los antidisturbios desmedidamente. ¡Ah! Y del nuevo comisario que define como muy patriota, usted ya me entiende, que vino a sustituir al anterior asesinado por ETA, y de paso, a dar un escarmiento a tanto rojo y separatista como estaba saliendo. ¡Y ellos de brazos cruzados!

Apuntan los directores (el narrador) a que el malestar en los cuarteles ante la nueva situación política, que iba mucho más lejos de lo que estaban dispuestos a tolerar, está detrás de los sangrientos sucesos. Provocaciones previas como las de Chapitela irían encaminadas a cargarse unos sanfermines que hervían de alegría desatada y de clamor popular por palpar sobre la arena la verdad de los cambios en marcha. Eso como mínimo. Después vendría “el hasta aquí hemos llegao” de la operación galaxia en noviembre por el mismo coronel que en febrero del 81 puso patas arriba los tendidos del llamado hemiciclo de las Cortes. ¿Quién volvió a hablar de autodeterminación, república o estado federal? Claro que esta fantasía al diputado por Navarra hasta la fecha Jaime del Burgo le produce risa. La misma que provoca él en el auditorio.

Rodolfo Martín Villa, ministro de Interior ese verano (en la actualidad es embajador de Falsimedia Polanco, S.A.) en rueda de prensa dixit: “Lo nuestro son errores. Lo suyo crímenes”. Yo le contesto hoy, dado que entonces era apenas un niño, a tan oscura persona que Germán Rodríguez, militante de la Liga Comunista Revolucionaria (LKI) no fue un error. Que lo suyo fue un crimen del que él es responsable y el gobierno del que formaba parte. Como antes un 9 de mayo en Montejurra o cerca también en espacio y tiempo el encierro de Vitoria, sin querer ahora ser más exhaustivos.

Como el compañero y amigo Carlos Tena lamento que la Comisión Interministerial proponga equiparar a las víctimas causadas por el golpe militar del 36 con las que defendieron la legalidad republicana. Protesto también porque al presente de los días sean reconocidas las víctimas del terrorismo mientras no lo sea Germán Rodríguez y centenares más que desaparecieron o fueron reprimidos y muchas veces torturados por fascistas y policías arropados por los aparatos del Estado. Su error: defender los derechos de los obreros y de los pueblos con las armas de su libertad. Que nadie les había regalado ni regalará y de quienes somos deudores en cuanto a la que podamos gozar.


Comentarios en kaosenlared

Sanfermines 1978
Floren Aoiz [2005-11-29 19:57:48]

No es habitual que el cine refleje la sangrante realidad de la Transición. Las versiones oficiales y la frivolidad han sido y siguen siendo la tónica dominante, así que al margen de que uno comparta más o menos el enfoque del film, es gratificante que llegue a las pantallas el recuerdo de lo ocurrido en Sanfermines de 1978.
Además, es sumamente oportuno. Siempre lo es, porque la memoria hace inteligentes a los pueblos, pero en momentos como el actual, recordar cómo se impuso la reforma y se evitó la ruptura es de una rabiosa actualidad. Mientras algunos hablan de darle una mano de barniz al Amejoramiento y otros siguen empeñados en confundir las necesidades de un cambio en profundidad con su obsesión por beneficiarse de las ilegalizaciones y llegar al poder de la mano del PSOE, no está de más insistir en que tras la muerte de Franco, Nafarroa fue sometida a una ingente presión desde el Estado para desactivar su combatividad y aislarla del resto de Euskal Herria.

La entrada de la Policía española en la Plaza de Toros de Iruñea fue uno de los momentos más representativos de la reforma postfranquista en Navarra. A tiro limpio se trasmitió el mensaje de que habría la transición que ellos querían o el caos, la represión pura y dura. Un estado que mandaba a sus militares (la Policía Armada era entonces parte de las Fuerzas Armadas, no lo olvidemos) a cargar contra la multitud reunida en el centro de una de las fiestas más famosas del mundo, no iba a vacilar en recurrir a cualquier medio para imponer su voluntad. Los hechos de Donostia y Orereta durante los días siguientes y la impunidad de sus autores lo evidenciaron. Lo extraño es que aquella gran demostración de fuerza no produjera más víctimas, porque como refleja la grabación de las trasmisiones policiales, no les importaba matar.

Jaime Ignacio Del Burgo afirma en la película que aquello no les benefició. Le gusta aparecer como el gran hombre que libró a Navarra del «anexionismo euzkadiano», pero sin la intervención del Estado y especialmente de sus fuerzas represivas controladas y/o incontroladas, la transición habría sido muy diferente. Es comprensible que él y otros muchos tiemblen ante la posibilidad de que los navarros podamos afrontar nuestro futuro sin la bota militar española en el gaznate. -

Murió de muerte matada
Jesús Prieto en Insurgente [2005-11-29 20:02:40]

Los policías que asesinaron a Germán Rodríguez en la plaza de toros de Pamplona siguen impunes 27 años después del crimen

El 8 de julio de 1978, al finalizar la tradicional corrida sanferminera, una compañía de policías antidisturbios entró en el ruedo pamplonés tras haberse desplegado una pancarta reivindicativa en los tendidos. Lo hicieron salvajemente, a sangre y fuego, cargando contra quienes se disponían a salir, disparando a discreción y arrollando a cualquiera que se les pusiese por delante. La gente se refugió de nuevo en las gradas y desde allí se defendió como pudo, lanzando botellas y almohadillas a los agresores uniformados, hasta que las Fuerzas de Seguridad del Estado (del Estado, no del pueblo) se retiraron. Para entonces, ya habían asesinado a Germán Rodríguez, que yacía con un balazo en la cabeza.

Germán Rodríguez militaba en la LKI (Liga Comunista Revolucionaria).

Cuando la gente consiguió salir de la plaza, la noticia de su asesinato ya había corrido como un reguero de pólvora y los incidentes con la Policía fueron constantes.

Hubo alrededor de cien heridos, diez de ellos de bala y los sanfermines se suspendieron.

Jamás se supo quién dio la orden de entrar en la plaza ni quién mató a Germán. Supuestamente, se inició una investigación, que nunca dio resultados. Como tantas veces, nadie fue castigado ni destituido: ni los mandos policiales ni el gobernador civil. El de Germán es, todavía, un crimen impune.

Murió de muerte matada

(Artículo publicado en Gara por Sabino Cuadra Lasarte el 8 de julio de 2004)

Germán murió de muerte matada, que se dice por allá, en México. Porque lo suyo no fue un accidente, ni una enfermedad, sino un crimen. Pero como fue el poder y sus fuerzas los responsables del mismo, no fue su muerte ni sus matadores los declarados ilegales, sino su persona: Germán fue condenado a la cadena perpetua de la muerte silenciada. Con la excepción honrosa del Ayuntamiento preconstitucional (¿será por eso?) de aquel año 78, el de los Martínez Alegría-Muez-Velasco, ninguna otra institución, ni judicial, ni foral, ni municipal, ha reconocido posteriormente, ni señalado con el dedo a los culpables de aquellos hechos: el gobierno de UCD y la Policía a sus órdenes. La agresión sufrida por el pueblo de Iruñea y de Nafarroa entera aquel ocho de julio no ha tenido parangón en la historia reciente de nuestro pueblo en las últimas décadas. Que la Policía entre a los postres de una corrida sanferminera, con premeditación y alevosía, disparando fuego real sobre los miles de personas que llenaban la plaza, y que siembre el pánico con total impunidad por las calles de la ciudad en las horas posteriores, agotando municiones de todo tipo y dejando a Germán muerto matado en cualquier lugar, solamente puede explicarse por la existencia de una operación política previa planificada, impulsada y amparada desde el poder.

No eran fechas casuales aquellas. En el Aberri Eguna de aquel año 1978, todas las fuerzas nacionalistas, democráticas y de izquierdas vascas, incluidos PSOE y PCE, habían reclamado unitariamente el reconocimiento del derecho de autodeterminación y la exigencia de un Estatuto de Autonomía conjunto para los cuatro herrialdes (provincias). Incluso la UGT, en la realización de su primer Congreso de Euskal Herria, acababa de pronunciarse en favor de la autodeterminación. CCOO lo venía haciendo desde su propio nacimiento. Los niveles de reivindicación y exigencia de la mayoría de las fuerzas políticas y sociales de Euskal Herria superaban con mucho el rasero que la UCD y el poder habían establecido para la negociación del borrador de la Constitución.

En esta coyuntura, la agresión brutal del 8 de julio de 1978 fue, sobre todo, un fuerte puñetazo dado sobre la mesa (hubo más, si bien no tan visibles) para advertir a todos los comensales constitucionales, principalmente al PSOE, pero también al PNV, que «hasta allí habíamos llegado». Se había acabado el juego: o se cogía lo que se daba, o la confrontación sería abierta. Y a partir de entonces comenzó la rebobinada de la izquierda estatal (aceptación de la monarquía, de la indivisible unidad española, del tutelaje militar de un Ejército no depurados) y del nacionalismo moderado, quien pasó a conformarse con el plato de lentejas vascongadas y las referencias lírico-constitucionales a los «derechos históricos» vascos.

A pesar de la gratuidad y brutalidad de la agresión, las distintas instituciones relacionadas con aquel ocho de julio no dudaron desde un principio en echar tierra sobre aquellos hechos, con el fin de hacer desaparecer sus huellas, activas o pasivas, del escenario del crimen. Los distintos gobiernos estatales, forales y ayuntamientos posteriores a aquel ocho de julio, hayan sido del PSOE, de UPN o progresistas tripartitos, han tenido todos, en el fondo, un comportamiento similar: «mejor no meneallo». Y eso es así porque, habiendo aceptado plenamente aquel punto de partida constitucional, visibilizar de alguna manera el crimen cometido, pondría nuevamente sobre la mesa el papel desempeñado por estos partidos durante la Transición. Su renuncia a las reivindicaciones planteadas por los mismos hasta aquellos momentos (República, disolución de la Policía y la Guardia Civil, autodeterminación,..), y el trague consiguiente de los sapos constitucionales derivados de lo anterior: monarquía, unidad indivisible e indisoluble de España, intocabilidad del Ejército y configuración del mismo como garante de la unidad patria.

La democracia española fue, desde sus mismos orígenes, bastante más española que democracia. Con el transcurso del tiempo, este carácter se ha acentuado mucho más, sobre todo en lo que hace referencia a Euskal Herria, donde las ilegalizaciones de todo tipo de grupos políticos, juveniles y sociales, los cierres de medios de comunicación y los recortes de derechos y libertades se han convertido en el pan de cada día de los últimos años. La democracia española se ha convertido, en esta medida, en una democracia anoréxica, a la que, a los ojos del PP -también del PSOE, en muchos aspectos-, siempre le sobran kilos de libertades democráticas y nacionales.

Lo decíamos al principio: Germán fue condenado a la cadena perpetua de una muerte silenciada. Al igual que se hizo con las más de 2.000 personas fusiladas en Nafarroa en los días inmediatos al alzamiento fascista del 36, para quienes la única losa que el poder puso sobre su tumba fue la del olvido; al igual que ha sucedido con Ángel Berroeta, panadero de Donibane, Iruñea, muerto matado también por la criminalización mediática del 11-M del gobierno del PP y sus pistolas y cuchillos ejecutores y al igual que está ocurriendo con esos grupos políticos y sociales que hoy están siendo legalmente muerto-desaparecidos por la política del PP-PSOE y sus jueces y fiscales.

El ocho de julio del 78 no consta en ningún calendario políticamente correcto, ni tampoco aparece en lista alguna de víctimas de nada. Por eso han tenido que ser sus antiguos compañeros y compañeras, familiares, miembros de peñas y, sobre todo, los miles de personas que a lo largo de estos años han participado en los distintos actos en recuerdo y denuncia de aquellos hechos los que han mantenido viva la llama del recuerdo y, junto a ella, la de la reivindicación y la exigencia.

Recuperar la memoria no sirve para dar vida a ningún muerto matado, pero sí para que la historia sea idéntica a si misma y, en esa medida, el presente y el futuro puedan escribirse sobre bases de dignidad y justicia. Por eso volveremos el día ocho de julio, a la una del mediodía, frente al monolito de Germán, y a la tarde, tras la salida de los toros, a soplar una vez más sobre los rescoldos del recuerdo, con la esperanza de echar abajo el manto de silencio con el que se ha cubierto aquella muerte matada y a recordar al poder la frase de Zorrilla que, en su «D. Juan Tenorio», afirmaba: «los muertos que vos matáis, gozan de buena salud». En eso estamos.

25º aniversario de los sucesos del 78
[2005-11-29 20:05:48]

Un homenaje matinal y varios actos en la plaza de toros recordarán a Germán Rodríguez (8 de agosto de 2003) 08/07/2003

Diversos actos recordarán hoy el 25º aniversario de los sucesos de Sanfermin 1978, suspendidos el 8 de julio de aquel año después de los graves incidentes que se produjeron al término de la corrida, y en los que resultó muerto de un disparo el joven Germán Rodríguez. Una decena de personas más sufrieron heridas de bala tras la entrada de las Fuerzas de Orden Público en la plaza y los posteriores disparos registrados por las calles de Iruñea/Pamplona.

Está previsto que a las 13,00 h., en la calle Roncesvalles, en el lugar en el que cayó abatido Germán Rodríguez, se le brinde un homenaje, con txalaparta, aurresku y bertsolaris. También tomarán parte en el acto algunos de sus compañeros de LKI, partido al que pertenecía el joven. Los actos se trasladarán por la tarde a la plaza de toros, donde volverá a sonar la txalaparta y se bailará un aurresku. Además, a lo largo del festejo las peñas no interpretarán música en los tendidos y su salida de la plaza se llevará a cabo en silencio.

Los incidentes de aquel trágico 8 de julio de 1978 comenzaron en la propia plaza. Al acabar la corrida, y tras haberse producido una bronca en los tendidos, la policía antidisturbios entró al ruedo cargando y arrollando a quienes ya se disponían a salir. La gente se refugió de nuevo en los tendidos y desde allí se defendió con botellas, almohadillas o cubos hasta que las Fuerzas de Orden Público se retiraron. En ese momento ya se habían producido varios disparos por parte de la policía.
Cuando la gente consiguió salir de la plaza, la noticia corrió como un reguero de pólvora y los incidentes con la policía volvieron a reproducirse. Hubo alrededor de cien heridos, diez de ellos de bala, y un muerto: Germán Rodríguez, abatido por un disparo en la cabeza. Los sanfermines se suspendieron. Hoy se recordarán estos sucesos.

A veinticinco años vista
Miguel Sánchez-Ostiz [2005-11-29 20:48:12]

Los sanfermines de 1978 pasan ya a la historia cuando se cumplen los veinticinco años de aquella infamia urdida a todas luces desde las cloacas del gobierno. No se procesó a nadie. No fueron suficientes los documentos gráficos, ni los racimos de testigos. No bastaron unas pruebas tan delirantes como contundentes, es decir, las grabaciones de las conversaciones de los policías que intervinieron en la creación de los desórdenes; unas conversaciones canallescas, criminales, de intención claramente criminal.

Nada bastó. El comisario charlatán, los jefes directos de aquella horda, el gobernador civil, el o los ministros del ramo (con sus manos al pil-pil)... todos salieron de rositas. ¿Se les tomó declaración? Era más fácil de lo que se dijo identificar a quien ordenaba tirar a matar, muy fácil en realidad, salvo que se fuera un profesional de la mala intención o de la trampa entogada que venía a ser lo mismo.

Eran las rebabas del franquismo y la Policía era intocable, su palabra era ley, como en el famoso corrido, por no hablar de una magistratura que había medrado a los pechos de la dictadura nacional-sindicalista y demás casposas mandangas, en su más directo apoyo. En eso consistió la famosa Transición, la que solo sirvió para que a su amparo medrara la clase política del nuevo régimen: el de la Ventaja. Quienes ejercimos la abogacía en aquella época, y tenemos memoria, sabemos de qué hablamos y con qué gente nos tocó lidiar, que no tratar. Tengo para mí que nunca, jamás, hubo una intención seria de investigar acerca de quiénes fueron los responsables de aquella infamia y de exigir con firmeza responsabilidades penales y civiles. Estaría bien que se publicara lo más granado del sumario para que el curioso lector pudiera comprobar por si mismo qué hubo o mejor, qué no hubo. Se estilaba mucho en aquella época el mucho ruido y las pocas nueces. Y si no que se lo pregunten a los carlistas de Montejurra o a los vitorianos del 3 de Mayo o a los deudos de los muertos en extrañas circunstancias de la transición entera o a la familia de Santiago Brouard, ahora mismo, después de la última burla que han padecido: un testigo cobra un pastón de Interior y no acude al juicio. ¡Idioro! ¿Pero quién controla a esta gentuza?

Resultó inútil exigir justicia entonces y poco menos que grotesco hacerlo ahora cuando aquellos episodios siniestros suscitan un desdén informativo que habla a las claras de por donde van los tiros de la opinión pública española y neodemókrata. Las irregularidades eran la ley y había que andarse con pies de plomo para no molestar a los amos del momento. No convenía que te pusieran mala cara. Sólo queda el escribirlo de la manera más clara posible, más directa, y aun así, porque me gustaría saber dónde están los lectores de aquellos episodios nacionales en los que no hay juez ni fiscal estrella que meta el morro.

Yo no veo en estos casos las autorizadas firmas de los escritores auténticos, a los orgánicos me refiero. De hecho no veo nada, al margen de las voces militantes.
Indiferencia, marginalidad, desdén, complicidad satisfecha con lo sucedido, pruebas contundentes de que se diga lo que se diga vivimos alentados por los trabajos del odio y del desprecio. Son cosas que pasaron. Sin más. “Algo habrían hecho”, “A fin de cuentas era un rojo”, dirán los más canallas, los que nunca faltan a la cita de la infamia, de la complicidad con el crimen de estado, en su apoyo, a su voz. Es contra esa gente contra la que hay que escribir la historia, la pequeña historia, la que es combativa a la fuerza porque no queda otro remedio. Hacia 1985 le escuché decir a un poetaciruelo que los incidentes de la plaza de toros de Pamplona los había organizado el Partido Comunista para crear confusión y clima propicio a la pugna, a la cuartelada, a la sublevación, y para provocar la intervención desmedida de la policía. Así las cosas los disparos los hicieron los militantes del PC disfrazados de mozopeñas, no la policía. Y el jambo lo decía con la convicción de quien había estado en el ajo, de quien estaba bien informado. También dijo que a España le hacía falta un nuevo José Antonio Primo de Rivera a lo que yo le repliqué: “Sí, y tú su Sánchez Mazas, ¿no?”.

Se sintió halagado. Así andaban las cosas al poco de suceder el asesinato de Germán Rodríguez. Había sido de izquierdas el pavo (como otros muchos que ahora pitan y repitan y vuelven a pitar), aunque quien le conoció en sus tiempos de estudiante sin estudios, sabe que era confidente de la policía. Había mucho confidente de la policía en aquella época siniestra, mucho, más de lo que podemos imaginar. La muerte criminal de Germán Rodríguez, ocurrida hacía entonces siete años, era ya pasto de la mentira, de la calumnia, urdida desde el gobierno de la UCD, que era desde donde se orquestaron todos aquellos atropellos, la propaganda negra, los trabajos sucios. Y es que el neofascismo bajo celofán, el esteticismo acrítico, la connivencia con el gansterismo franquista, cuando no la pura y simple complicidad, la mentira interesada ha sido una seña de identidad de la España democrática. Entre poetas andaba el juego entonces, es decir, entre profesionales de la calumnia, la que hasta se festeja desde ciertos puestos de gobierno y aledaños de la Comunidad Foral.

El votante de la derechona (eterno él, eterna ella) prefiere ver indescifrables manos negras detrás de los incidentes oscuros, birlibirloques, culpa de la víctima por serlo, antes que señalar con el dedo al gobernador civil de turno, al poder político, a las fuerzas del orden que a menudo lo son del desorden más absoluto, a la magistratura claramente franquista de la época, a los políticos chaqueteros y hasta a los abogados marrones, de toda confianza, que gastan vitola de preocupaos y son unos vendidos, los eternos vendidos al poder de turno, los que viven de sus rebabas. Cualquier cosa con tal de no abrir la boca más que para vocear las consignas de los amos. De aquellos días de las fiestas de San Fermín solo se acuerdan los que las padecieron y tal vez, tal vez quienes urdieron aquella infamia desde sus despachazos madrileños, al tiempo que se fuman un buen puro. Y así vamos tirando.

  • > El documental "Sanfermines 78"

    5 de diciembre de 2005 01:00

    FUERON MUCHOS, Y EN TODA ESPAÑA.

    TAMBIÉN CAYERON ANDALUCES, COMO EL CHAVAL, UN CHAVAL CUALQUIERA, MALRECORDADO "CAPARRÓS". MURIÓ POR DISPARO DE BALA CUANDO INTENTABA CAMBIAR UNA BANDERA ESPAÑOLA POR UNA ANDALUZA EN UN EDIFICIO INSTITUCIONAL (NO RECUERDO CUAL).

    YO TAMBIÉN TENGO UNA GENTE
    CON SANGRE ROJA Y CALIENTE
    YO TAMBIÉN TENGO BANDERA.
    YO TAMBIÉN TENGO UNA HISTORIA
    QUE PERDONÉ DE MEMORIA
    PA QUE MÁS NAIDE MURIERA.

  • > El documental "Sanfermines 78"

    5 de diciembre de 2005 08:50

    Dossier San Fermín 1978. Viaje a la ’modélica transición’

    Dossier confeccionado por la comision investigadora de las peñas de mozos de Pamplona después del verano de 1978

    Indice:

    Portada

    Editorial

    Los otros Sanfermines

    Antecedentes

    Película de los hechos

    Medios informativos

    Pruebas y declaraciones

    La calle intransitable

    Muerte y funerales de Germán

    ¿A quién obedece la policía?

    Daños causados

    Balance de pruebas y declaraciones

    Los letrados ante la justicia

    A modo de conclusión

    Este dossier ha sido confeccionado y editado por la comisión investigadora de las peñas de mozos de Pamplona.

    Pamplona, Agosto 1978

    Tomado de www.websanfermin.com

    Ver en línea : Peñas de Pamplona

  • > El documental "Sanfermines 78"

    3 de enero de 2006 04:59, por José Angel Jiménez

    Escribo para puntualizar algunos comentarios sobre la distribución de la película. Sanfermines 78 se proyectado en salas de Pamplona (14500 espectadores) Tafalla, Tudela, santiago de Compostela y Bilbao. El formato de proyección es en DVD y eso reduce mucho las salas disponibles y apesar de nuestros esfuerzos no hemos conseguido que se interesasen por nuestro trabajo en Madrid o Barcelona. El pasado 29 de diciembre se emitió en ETB y fue vista, según los datos de audiencia por 154.000 personas. A lo largo de 2006 se emitirá en TVE. Mientras tanto cualquiera que esté interesado en organizar un pase público no tiene mas que ponerse en contacto con nosotros en la web sanfermines78.com.
    También estamos preparando un DVD que incluirá montajes de las entrevistas más importantes y una banda de audio con los comentarios de los directores. Gracias por vuestro interés.
    Un abrazo,

    José Angel Jiménez
    Codirector sanfermines 78

    Ver en línea : sanfermines 78

  • > El documental "Sanfermines 78"

    19 de junio de 2006 18:26

    No seré muy extenso en exponer mi opinión. En primer lugar, mi corriente idiologica no corresponde demasiado con la vuestra, pero me considero una persona abierta, sin ataduras. Creo que la muerte de un amigo o un ser querido es muy duro, pero que no conviene politizar estos sucesos, ya que, ¿que idiología esta libre de haber cometido asesinatos ?.Ni la izquierda ni la derecha. Supongo amigo director del documental "Sanfermines 78", que te manifestaste en el secuestro y asesinato de Miguel Angel Blanco y que tu profesionalidad te animará a hacer otro documental sobre este muchacho vasco que cuyo único delito ....¿cual fue?. es que en todos los sitios cuecen habas. El futuro yla paz está en reconocer al individuo, nadie tiene la verdad absoluta.

    Ver en línea : Kaosenlared

    • > El documental "Sanfermines 78"

      13 de agosto de 2006 16:20

      Totalmente de acuerdo.
      Soy Pamplonica y estoy cansado de la gente que se cree en posesión de la verdad absoluta. Y encima tenemos que aguantar que quieran imponerla al resto...
      Vergonzoso

      • > El documental "Sanfermines 78"

        11 de febrero de 2007 10:55

        El respeto que se merece toda Pamplona es irrefutable. No hay persona ni gobierno que pueda discutir esto.

    • > El documental "Sanfermines 78"

      22 de agosto de 2007 14:24, por Iraultzaile

      Dudo mucho que alguién capaz de manipular demagógicamente sobre el tema que aquí se trata pertenezca a uno de los colectivos de contrainfo estatal que más apoyos tiene entre los libertarios de las naciones ibéricas: kaosenlared. Por cierto, txakurrilla, ya que haces demagogia manchando la memoria de los muertos, y lo mismo te da que sea la de German o la de Miguel Angel Blanco, aquí tienes una muestra de cómo se ha utiizado aquello que algunos dieron en llamar "espíritu de Ermnua"

      Y aquí os dejo a todos el docu completo de S.Fermines 78, sólo teneis que registraros en veoh y os lo decargais en el mismo formato: .avi creo, que lo edité y subí a la red, no lo dudeis, es la mejor calidad que vais encontrar en 800 MB de peso para este docu:

      Ver en línea : Documental Sanfermines 78, en descarga directa. Calidad DVD

      • > El documental "Sanfermines 78"

        5 de noviembre de 2007 14:46

        "Y aquí os dejo a todos el docu completo de S.Fermines 78, sólo teneis que registraros en veoh y os lo decargais en el mismo formato: .avi creo, que lo edité y subí a la red, no lo dudeis, es la mejor calidad que vais encontrar en 800 MB de peso para este docu:"

        Bajaos pelis americanas, este compradlo cabrones, que no esta hecho por una multinacional.

        La demagogia la haces tu, fulano, menuda apoyo haces regalando el trabajo de los demas.

        Eso es bastante representativo de los revolucionarios de salon que sois la mayoria de los fumetas como tu, de gratis y sin esfuerzo lo que haga falta.

    • > El documental "Sanfermines 78"

      25 de noviembre de 2010 18:19, por rober_

      el problema está en que el asesinato de Miguel A. Blanco ya ha sido juzgado mientras que esos hechos Nunca fueron juzgados.
      y desde las instituciones y los partidos nos han intentado vender que la transición fue todo de color de rosas tras la dictadura, pero en esa transición hubo en todo el estado mucha violencia por parte de la "democrata" policia española, los famosos grises y esos hechos nunca fueron juzgados y se supone que en esa epoca ya habia democracia.

      por cierto en la serie "Cuentame" aparecen estos sucesos del 78.