El alcalde de Orihuela reconoce ante el juez que adjudicó planes en suelo no urbanizable, que vivió en un chalet de un promotor, que usó su coche de lujo y que... no se acuerda de las otras cosas - Tortuga
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El alcalde de Orihuela reconoce ante el juez que adjudicó planes en suelo no urbanizable, que vivió en un chalet de un promotor, que usó su coche de lujo y que... no se acuerda de las otras cosas

Jueves.31 de agosto de 2006 1944 visitas Sin comentarios
El juez mantiene la imputación para el alcalde Medina #TITRE

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EL URBANISMO DE ORIHUELA EN LOS TRIBUNALES

Medina admite a la juez que adjudicó planes en suelo no urbanizable

El primer edil reconoce el uso de un chalé con un alquiler «verbal» y un Bentley a nombre de un promotor pero niega que sean amigos.

D. PAMIES

José Manuel Medina, alcalde de Orihuela, admitió ayer ante la juez que el Ayuntamiento que preside ha adjudicado planes en suelo no urbanizable, y que disfruta de un chalé en la costa oriolana a nombre de uno de esos empresarios beneficiados por las aprobaciones. En su declaración ayer en el juzgado número 4 de la ciudad en calidad de imputado también reconoció el uso ocasional de un automóvil marca Bentley a nombre del mismo promotor.

Durante algo más de dos horas, en el interrogatorio para esclarecer un presunto delito contra la ordenación del territorio, Medina reiteró ante las preguntas del fiscal Anticorrupción, Felipe Briones, y la juez que investiga el caso, Lidia María Paloma, que el Ayuntamiento ha aprobado planes parciales en suelo no urbanizable, en Las Asomadas Norte y Sur, Molino de la Ciudad, junto al casco urbano, y Tierras Nuevas I y II, en Orihuela Costa. El regidor del PP se negó a responder a las preguntas de la acusación popular presentada por el edil Francisco García Ortuño.

La juez y el fiscal indagaron en la vinculación de la adjudicación de estos planes, que se encuentran en distintas fases de tramitación, y el disfrute de bienes de Medina a nombre de los promotores beneficiados por esos macroproyectos que contemplan miles de viviendas.

El primer edil admitió que disfruta del chalé a nombre del empresario que promueve Asomadas Norte y Sur, Joaquín Grau, a través de un contrato de alquiler de 600 euros mensuales, con opción a compra por valor de «50 o 60 millones de pesetas» y de carácter «verbal». El primer edil negó que «tuviera a su disposición» un Bentley Turbo RL, propiedad de ese mismo urbanizador, aunque admitió que lo ha utilizado de forma ocasional «prestado porque es aficionado a los coches antiguos». Un vehículo «clásico», aseguró, que no permanece de forma habitual en un garaje de su propiedad, a pesar de que el informe de la Policía Nacional sobre esa cuestión así lo certifica.

Sobre el Audi-8 que estaba registrado a nombre de una firma del empresario y urbanizador Francisco Marcos, aseguró que lo usó bajo esa fórmula hasta octubre de 2005 en el que realizó la transferencia cuando terminó de pagar «los tres millones (de pesetas) que le quedaban por abonar)», días después de que este medio publicara que el primer edil usaba este vehículo, y de que el fiscal Briones iniciara su investigación.

Medina indicó que se han aprobado también en suelo no urbanizable de «forma provisional» los planes del Molino de la Ciudad, Tierras Nuevas I y II, pero que estas actuaciones, al igual que Las Asomadas, podían realizarse con homologaciones modificativas del Plan General «tal y como siempre han indicado los técnicos municipales y de la Generalitat».

En cualquier caso, para cada una de sus repuestas de índole urbanística Medina añadía que eran suelos «no urbanizables» pero «no protegidos», y que «no ha informado, ni votado en plenos del Ayuntamiento de Orihuela a favor de algún plan de actuación urbanística a sabiendas de su ilegalidad». El alcalde del PP atribuyó a los servicios urbanísticos del Ayuntamiento, al arquitecto municipal y a los servicios jurídicos de la administración local los informes que sirvieron para amparar estas actuaciones, aunque tuvo también que asumir que el Consistorio ha rechazado la tramitación de proyectos sobre suelo no urbanizable en las mismas condiciones, en teoría, que los aprobados. A preguntas de la juez, aclaró que el Plan General vigente desde principios de los noventa no se ha «homologado porque es complicado y tiene que haber una voluntad política de todos los grupos, y no se han puesto de acuerdo».

Medina negó que los bienes que ha utilizado o utiliza a nombre de promotores sean «un premio o regalo por las actuaciones urbanísticas aprobadas por el Ayuntamiento y de las que resultaron beneficiaros» esos promotores. También rechazó que tuviera amistad «íntima» con Joaquín Grau, empresario de Las Asomadas, y José Rodríguez Belmonte, gerente de San Antonio, e impulsor de los proyectos de Molino de la Ciudad y Tierras Nuevas. En este sentido, dijo que no mantiene «ningún negocio» con el abogado de esta empresa, José Vicente Escudero, que en su día fue asesor de Alcaldía. En relación a esta cuestión, además negó, a una pregunta del fiscal Briones, que participara en una supuesta cena vinculada a la mercantil donde se «realizaron regalos a los mujeres de los participantes».

¿Y la calle Guatemala?

La juez Lidia Paloma abundó en los interrogantes sobre asuntos urbanísticos. Medina dijo que «cree» que la calle Guatemala, que aparece en los mapas callejeros de Orihuela Costa pero no sobre el terreno en la urbanización El Presidente, «es privada», pero que no lo recordaba en ese momento, además de asegurar que no le consta que exista una piscina privada en zona verde pública en la misma zona. Aseguró que no «le consta» que viales públicos los PAU 1,4, y 8 de Orihuela se hayan estrechado.

Tomado del Diario Información de Alacant


«Si él lleva un Rolls, por qué no voy a venir en limusina»

La comparecencia de Medina levantó un fuerte revuelo, protestas y hasta una parodia de Groucho Marx

T. S.

Las puertas del Palacio de Justicia de la Plaza de Santa Lucía estuvieron ayer más concurridas que nunca desde primera hora de la mañana. Si el alcalde de Orihuela, José Manuel Medina, llegó más que puntual, sobre las diez menos cuarto, al menos una hora antes le esperaban, entre otros, los antiguos arrendatarios de los chiringuitos de la playa que pedían con pancartas, al fiscal Anticorrupción, Felipe Briones, que enviara «a chirona», al primer edil.

Cuando el regidor apareció, a pie y acompañado por sus dos abogados, le recibieron con gritos de «chorizo» y «devuélveme mi puesto de trabajo», a los que no hizo ni caso, sólo se paró un instante para afirmar, ante los micrófonos, que estaba «encantado de poder decir toda la verdad». La concejal del grupo municipal socialista, Virtudes Sanchís, también apoyó la protesta a la que se sumaron algunos ciudadanos que pasaban por allí.

Mientras que unos increpaban a Medina, otros salían a su defensa a pocos metros. «Anda que si yo fuera el alcalde, les iba a dejar estar aquí, así», afirmaba un hombre situado frente a los manifestantes. Otro señor, que venía de comprar del mercado cargado con su bicicleta, intentaba hacerse un hueco entre la multitud de periodistas arremolinados en torno al portavoz de Los Verdes, Monserrate Guillén, que se disponía a acceder a los juzgados para salir un poco después sin poder asistir a la declaración. «Dejadme pasar», pedía el anciano mientras que intentaba colarse entre la masa humana que llenaba la acera y el muro de la Plaza de Santa Lucía, por donde menos espacio había. Al final cejó en su intento y dio la vuelta para poder seguir su camino.

Briones, el discreto

Ajeno a todo, el fiscal Anticorrupción Felipe Briones, fue de los primeros en entrar a los juzgados y los abandonó poco después que el regidor. A la salida evitó hacer ningún tipo de declaración, aunque fue aplaudido y aclamado por quienes pasaron toda la mañana protestando en la puerta. También declinó hablar Francisco Ruiz, abogado del grupo San Antonio, quien estuvo presente en esta primera comparecencia.

Pero sin duda, el más original de la mañana fue Andrés Domínguez. Al poco de que el alcalde entrara al juzgado, una limusina blanca, impoluta, se adentraba por la calle Santa Lucía. De ella bajó el susodicho, vestido de chaqué y caracterizado como Groucho Marx, puro incluido, y repartiendo recortes de la revista Playboy, que en su último número incluye la situación que se vive en la ciudad con los presuntos delitos urbanísticos dentro de un reportaje en el que cita a otros municipios bajo sospecha a raíz de la operación Malaya desarrollada en Marbella.

Algunos pensaron que parodiaba a Medina, pero él lo dejó claro. «Yo también soy un chorizo, soy Groucho Marx y os voy a llevar a una casa que tengo en Torrevieja y que me regalado un promotor», afirmó el hombre. A la pregunta de por qué había llegado en limusina, la respuesta, contundente: «Si él -el alcalde-, lleva un Rolls, por qué no voy a venir yo en limusina».

La primera aparición de este particular hermano Marx fue corta, ya que con el coche en doble fila, los agentes de la Policía Local apostados en las inmediaciones de los juzgados se dispusieron a multarla y tuvo que subir y darse una vuelta antes de volver a parar otras dos o tres veces frente al Palacio durante las dos horas que Medina estuvo en su interior. A saber, había alquilado el vehículo para toda la mañana y de alguna forma tenía que amortizar esta inversión.

Según manifestó más tarde el propio Domínguez, durante su trasunto por Orihuela a bordo del descomunal, «me ha parado la Policía Local, me han obligado a bajarme del coche y se han metido a registrarlo, a ver si llevaba droga dentro, u otra cosa», explicó.

Diario La Verdad de Alacant