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El accidente de Sevilla deja muy tocado el proyecto aeronáutico militar europeo más ambicioso

Lunes.11 de mayo de 2015 178 visitas Sin comentarios
A-400M: Un avión militar lleno de peligros y de intereses. #TITRE

El accidente del avión en Sevilla afecta a la industria militar europea

El presidente de Airbus en España dimitió ante las presiones por los retrasos.

Cuatro muertos en el accidente de un avión militar en Sevilla.

Raúl Limón. Sevilla

Las presiones de Alemania para acelerar el ritmo de producción del A400M, que se ensambla en la planta de Airbus Defence and Space (Airbus DS), en Sevilla, han sido determinantes en los últimos meses. Las órdenes para aumentar la cadencia de producción causaron a finales de enero un relevo en la cúpula de la empresa con el objetivo de superar los problemas de una aeronave que se monta en Andalucía con piezas fabricadas en todo el mundo. El coste del programa ronda los 31.000 millones de euros, de los que los países miembros aportan 21.500. Las pretensiones eran llegar a vender 400 unidades. El primero se entregó el 30 de septiembre del año pasado.

El cese del vicepresidente ejecutivo de la división militar y presidente de Airbus España, Domingo Ureña —sustituido desde el 1 de marzo por el entonces vicepresente de Ensayos en Vuelo y Pruebas de Integración, Fernando Alonso Fernández—, evidenció que los números no cuadraban. La dimisión de Ureña, tras seis años en el cargo, fue anunciada por el presidente de Airbus DS, Bernhard Gerwert, el 29 de enero. Este directivo admitió problemas en la cadena de producción y en las características finales del avión para cumplir con las misiones militares exigidas.

El proyecto depende de la Organización Conjunta de Cooperación en Materia de Armamento (OCCAR), formada por Alemania, Bélgica, España, Francia, Luxemburgo, Turquía y Reino Unido. Estos mismos países son los principales clientes y han recibido ya 11 aviones que vuelan en Reino Unido, Francia, Alemania y Turquía. La unidad accidentada ayer estaba destinada a este último país.

“Somos plenamente conscientes de hasta qué punto depende de las naciones cliente este nuevo avión de transporte militar, por lo que nos tomamos muy en serio sus preocupaciones. Nos esforzaremos al máximo para superarlas de modo que nuestros clientes reciban los aviones que necesitan en el menor plazo posible”, afirmó Gerwert tras anunciar el relevo en la cúpula. Esta modificación fue seguida de un cambio en el programa de producción y la parte industrial pasó al área de Operaciones de Pilar Albiac. El departamento de Aviones Militares de Rafael Tentor se hizo cargo de desarrollo y entregas.

El objetivo para este año era alcanzar una cadencia de producción máxima de 2,5 aviones al mes, un reto que asumió un equipo de 650 empleados.

El A400M pretende ser el avión más versátil de su gama, capaz de llevar hasta 30 toneladas de carga o un hospital móvil con 66 camillas o 166 personas desde Madrid hasta cualquier tipo de pista a 6.000 kilómetros de distancia sin repostar. Tiene un peso de 80 toneladas y puede volar a 555,6 kilómetros por hora con 100.000 kilos de combustible. Las dos turbinas con hélices desarrollan una potencia en el eje de 11.000 caballos cada una y en todo el aparato hay desplegado un centenar de computadores. Toda esta estructura se somete a más de 150 pruebas en su fase final. En vuelo, el centro de ensayos de Sevilla analiza más de 40.000 parámetros e intercambia más de 200.000 indicadores.

El avión siniestrado ayer había salido de la línea de vuelo, donde se arranca, se rueda, se carga, se reposta, se prepara para despegue, se pesa y se deja el avión “apto para el vuelo”.

Airbus DS entregó en 2013 dos A400M y el pasado año, nueve. Este retraso obligó al fabricante multinacional a negociar con los Gobiernos compradores un nuevo calendario de entregas. España quiere 14 unidades y aún no ha recibido ninguna. Para solventar los problemas detectados por la compañía en la línea de producción y suministros, la planta de Sevilla tenía prevista la contratación de 400 personas, la mayoría ingenieros para reforzar los procesos “ineficientes”.

El País


Sobrecostes, dimisiones, presiones... Las sombras del gran proyecto militar

La implicación de España en el programa es grande: en Sevilla se encuentra la planta de ensamblaje final y allí se realizan los ensayos de estos aviones.

Las presiones para aumentar la producción así como otros problemas causaron en enero la dimisión de Domingo Ureña, presidente de Airbus España. La aeronave MSN23, accidentada en Sevilla, realizaba el último vuelo de prueba antes de ser entregada a un cliente turco. El origen del A-400M se remonta a 1982, cuando cuatro empresas se unieron para desarrollar un sustituto para los aviones de transporte militar Hércules.

20MINUTOS / AGENCIAS / VÍDEO:ATLAS.

El accidente del Airbus A-400M este sábado en Sevilla, en el que han fallecido cuatro personas y otras dos han resultado heridas de gravedad ha supuesto un batacazo para la industria militar europea, cuya fabricación de este avión supone el proyecto más ambicioso en el que se han visto implicados siete países: Alemania, Francia, Reino Unido, España, Turquía, Bélgica y Luxemburgo.

En sus 33 años de vida, el A-400M ha acumulado dificultades, problemas de fabricación y sobrecostes de hasta 11.000 millones de euros.

El programa del A-400M estaba valorado inicialmente en unos 20.000 millones de euros, pero tuvo que ser revisado en 2010, cuando los siete países que participaron en su lanzamiento (Alemania, Francia, Reino Unido, España, Turquía, Bélgica y Luxemburgo) asumieron 1.500 millones suplementarios y Airbus, 3.000 millones. Está considerado el programa de la industria aeronáutica europea más caro del continente: más de 30.000 millones euros. El coste por unidad en estos años ha pasado de 100 a cerca de 160 millones de euros. Un suceso de estas características no es lo mejor que le puede ocurrir a una industria como la nuestra (Morenés) Esta aeronave, bautizada como ’Atlas’, no solo es el proyecto estrella de la aeronáutica militar europea, sino que es además el avión militar de hélice más grande del mundo. Está compuesto de cuatro motores y mide 45 metros de largo por 15 de alto. De ahí que a consecuencia de lo sucedido, la compañía haya abierto una "sala de crisis" en el seno de la empresa y un equipo de Airbus se haya trasladado hasta Sevilla. Desde la empresa se ha garantizado "colaboración" con las autoridades en las investigaciones abiertas por parte de España, Francia y Alemania para esclarecer lo ocurrido.

Gran implicación española en el proyecto

"Un suceso de estas características no es lo mejor que le puede ocurrir a una industria como la nuestra", valoraba este sábado el ministro español de Defensa, Pedro Morenés. La implicación de España en este proyecto es grande ya que en Sevilla es donde se encuentra la planta de ensamblaje final, en la que trabajan entre 450 y 500 trabajadores, pero que genera 12.000 empleos entre puestos directos e indirectos. En esta planta también se realizan los ensayos de estos aviones, se les consideran aptos para el vuelo y posteriormente son entregados a sus clientes. Precisamente el siniestro de este sábado se produjo durante el último vuelo de prueba, según ha confirmado este domingo el delegado sindical de CC OO en Airbus Sevilla Francisco Figueroa. Presiones para aumentar la producción y un cese En la presentación de los resultados anuales de Airbus el pasado febrero en Múnich, el presidente del grupo, Tom Enders, dijo que el objetivo para 2015 era "duplicar las entregas" respecto a las ocho unidades del A-400M que se entregaron en 2014 a cuatro de los países clientes (cuatro para Francia, dos para Turquía, uno para el Reino Unido y uno para Alemania). De esta forma, se estableció un objetivo de conseguir una cadencia de montaje de 2,5 aviones al mes, según informaba el diario El País.

Estas presiones (procedentes de Alemania) para aumentar la producción fueron en parte las causantes de la dimisión, el pasado 29 de enero, de Domingo Ureña, vicepresidente ejecutivo de la división militar y presidente de Airbus España. Ureña, que llevaba seis años en el cargo, admitió problemas en la cadena de producción del A-400M que estarían relacionados con la capacidad militar del A-400M para hacer frente a determinadas misiones. De hecho, su vuelo de exhibición en 2009 —al que acudió el rey Juan Carlos— llegó con dos años de retraso por problemas en sus motores y su software. El A-400M ya opera en Francia, Turquía, Reino Unido y Alemania, aunque en total hay ocho países que han pedido un total de 174 unidades—los cuatro citados más España (que tiene previsto recibir las primeras unidades en 2016), Bélgica, Luxemburgo y Malasia—. De ese total, 27 aviones iban para el Ejército español, un número elevado que en 2003 sirvió para garantizar que el ensamblaje del avión se llevase a cabo en España.

El avión accidentado iba a entregarse a Turquía

El avión que este sábado se ha accidentado iba a ser entregado a un cliente turco, según ha informado la propia empresa. "El avión es el MSN23, un aparato previsto para el cliente turco", explicó el consorcio Airbus en una nota. El siniestro de Sevilla ha provocado una cumbre de urgencia entre España, Francia y Alemania La aeronave en cuestión realizaba el último vuelo de producción (último vuelo de prueba antes de entregarse al cliente) y estaba destinada a ser la tercera del pedido encargado por Turquía, y que sería entregada en concreto en junio de este año. Turquía recibió en abril del año pasado su primer avión A-400M, un trámite que se retrasó durante meses por la voluntad de las autoridades de ese país de negociar las condiciones con Airbus. Vuelos suspendidos Tras el accidente de Sevilla, el Ejército alemán decidió suspender los vuelos de prueba de su avión de transporte militar del tipo A-400M, el único aparato de estas características que había recibido hasta ahora y que le fue suministrado el pasado diciembre. Por su parte, el Ministerio de Defensa del Reino Unido, que en un primer momento anunció también la suspensión de sus vuelos de prueba como medida de "precaución", ha ido más allá y ha decidido suspender temporalmente las operaciones de sus dos aviones Airbus A-400M, el primero de los cuales fue entregado el pasado noviembre. Este país tiene encargados a Airbus un total de 22 aparatos, que prevé recibir durante los próximos años. La central de Airbus Defence & Space, en París, también ha creado un gabinete de crisis para analizar lo ocurrido y se prevé que un equipo de técnicos se desplace de Francia a Sevilla para investigar el siniestro.

Origen del A-400M

El origen del A-400M se remonta a 1982, cuando cuatro empresas se unieron para desarrollar un sustituto para los aviones de transporte militar Hércules, fabricado por la norteamericana Lockheed. Las empresas originales fueron la francesa Aérospatiale, la inglesa British Aerospace, la alemana MBB-DASA y la americana Lockheed, que abandonó el proyecto en 1987, cuando la española CASA (Construcciones Aeronáuticas S.A.) ya se había unido al grupo. En 2000, las empresas francesa, alemana y española se fusionaron para crear el consorcio europeo EADS que pasó a dirigir la creación del A-400M desde su división Airbus y que, finalmente, preparó un contrato inicial en 2003. La construcción y montaje del avión se inició en 2007 en la planta de CASA en Sevilla.

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