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Desde una vereda en el Cauca: Así es la mejor biblioteca de Colombia

Lunes.28 de mayo de 2018 141 visitas Sin comentarios
Semana Rural. #TITRE

Inzá, Cauca

Por: José Puentes Ramos

En lo más alto de Guanacas, una vereda de Inzá (oriente de Cauca), se levanta una especie de quiosco enorme de madera. Cada tanto entran niños, campesinos e indígenas nasa. Pasan casi todo el día allí. Y cuando regresan a casa, en sus manos llevan uno o dos libros. Es la biblioteca que contruyó la comunidad. En el pueblo hay tres más, pero la mejor dotada y más grande es la de Guanacas.

Luis Enrique Fajardo es su bibliotecario. Tiene 52 años y siempre ha vivido en Inzá. Dice que la biblioteca era un sueño de los campesinos que se logró cumplir en el 2000, cuando ellos pusieron la primera piedra. Hoy es un espacio reconocido entre los inzaeños por promover la lectura, la educación y la cultura en una región marcada por el conflicto armado y las tensiones sociales. Tiene cerca de 6.000 libros, talleres de arte, programas de promoción de lectura, apoyo escolar y una sola mesa donde campesinos e indígenas comparten textos y conocimientos.

Cuentan también con una colección única en el país dedicada a la cultura Nasa y campesina del Cauca: al menos 200 volúmenes y textos que un colaborador de la biblioteca ha recogido yendo a otras veredas, resguardos de Tierradentro -la región donde queda Inzá- y universidades.

SEMANA RURAL habló con Luis Enrique, quien estudió para ser auxiliar de enfermería pero es un apasionado por los libros y la educación. En octubre pasado recibió a nombre de su pueblo el premio nacional Bibliotecas Públicas Daniel Samper Ortega 2017, que reconoce a la biblioteca de Guanacas como la mejor del país.

¿Cómo se involucró con la biblioteca?

Desde el 2000 comenzó la construcción de la biblioteca. Yo era presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Guanacas de Inzá, en el Cauca. En el 2004 abre las puertas y a mí me tocó a acompañar a la primera bibliotecaria. Siempre estuve apoyando este espacio cultural hasta el 2015, cuando la comunidad me elige bibliotecario. Fue un reto, pero asumí el trabajo y creo que me ha ido bien. La biblioteca ha ido evolucionando.

En Inzá hay otros espacios para leer. ¿Por qué levantar otra biblioteca en vez de mejorar las que ya existen?

Desde que se pensó hacer la biblioteca, la comunidad siempre ha aportado. Guanacas sentía la necesidad de la biblioteca. Los primeros que se fueron del pueblo para estudiar en las ciudades regresaron y se dieron cuenta de las falencias en educación que había. La biblioteca que existía en el casco urbano tenía unos libros viejos. Nos preguntamos: ¿qué vamos a hacer? Entonces empezamos a trabajar en un espacio de reunión, pero que a su vez tenga libros para consultar y hacer investigaciones. Ese fue el sueño de la comunidad y desde el mismo momento en que se puso la primera piedra, ellos han cuidado la biblioteca. Son mi apoyo para mi labor.

La estructura de la biblioteca es amplia. ¿Cómo esta dotada y qué programas para el fomento de la lectura adelantan?

Cuenta con la colección que la Red de Bibliotecas Públicas ha mandado, pero también encontramos con un buen número de libros donados por la gente de la región y una colección local que recupera volúmenes de la cultura nasa y campesina del Cauca. Es de importancia regional. Haciendo por estos días un inventario, son cerca de 6.000 volúmenes en total.

Además de los libros para consultar, tenemos las escuelas de formación. Son para generar espacios donde niños, jóvenes y adultos se vinculan a la biblioteca. Por ejemplo, la comunidad nos decía: quiero aprender danzas. Se organizaba en la biblioteca. Los instructores son los docentes y profesionales de Inzá. Son gente que fueron a las ciudades a estudiar. Ellos regresaron y son los que me apoyan en la formación cultural a través de las escuelas.

Algo que la biblioteca transformó en la región es que antes los intereses económicos solo estaban en la agricultura y en ser jornalero. Eso cambió, porque en Guanacas ya encontramos familias con uno o dos profesionales. Ya son ellos los que trabajan. La biblioteca promovió el amor por la lectura y la educación.

“Antes los intereses económicos solo estaban en ser jornalero. Eso cambió, porque en Guanacas ya encontramos familias con uno o dos profesionales”.

¿Y qué compone la colección de cultura Nasa y cómo se creó?

Al menos 200 libros solo de esta cultura indígena e historia de Tierradentro, la región en donde queda Inzá (Cauca y Huila). Van desde tesis de estudiantes hasta libros de autores de la región. Es única en su tipo. Este fue un proyecto que lideró y presentó un miembro de la comunidad ante el Ministerio de Cultura. Él es historiador y se interesó en la cultura nasa. Fue a cada sitio donde había algo de información sobre Tierradentro. Casas de cultura, cabildos indígenas, universidades, otras bibliotecas, en fin. Gracias a su trabajo tenemos una colección rica.

¿Por qué se construyó en la vereda y no en el casco urbano de Inzá?

Es un comentario que siempre nos hacen los visitantes. La razón es porque nació en la comunidad y queremos que sea nuestra. En Inzá hay tres bibliotecas más y nosotros las apoyamos. Es otro servicio que ofrecemos. Como a los bibliotecarios los reemplazan cada tanto, el proceso con la comunidad no lo continúan. Nosotros los capacitamos, le explicamos cómo funcionan las bibliotecas y cómo debe ser la promoción de lectura.

¿Cuántos inzaeños trabajan con usted en la biblioteca?

Pues prácticamente me toca solo. Soy el bibliotecario, el que barre, el que hace las asesorías. Pero cuento con el apoyo de la gente de la vereda. También de los docentes. Hay profesores del municipio que van a la biblioteca y organizan talleres o capacitaciones. Digamos, de manera semanal, se presta el apoyo a estas jornadas.

El conflicto armado ha afectado a buena parte del Cauca. ¿Cómo la guerra tocó a Guanacas y a la biblioteca?

Como es conocimiento de todos, en la región hay problemas de orden público y tensiones sociales. Inzá fue una zona de paso para los grupos armados. Solo pasaron dos incursiones violentas en la cabecera municipal desde el 2000. Luego nos dimos cuenta de que los grupos estaban llevando a los niños y los jóvenes de la comunidad. Por esa razón creamos las escuelas de formación, para que evitaran que los reclutaran. Necesitábamos que ocuparan el tiempo libre. Y eso funcionó bien. Los chicos salían del colegio y de inmediato iban a la biblioteca.

En cuanto a las tensiones sociales, la biblioteca está en un territorio que comparten los campesinos y los Nasa. Alrededor de la vereda hay resguardos. También está cerca San Andrés de Pisimbalá, donde hay un parque arqueológico. Por eso hemos hecho un ambiente sano en Guanacas para que todos participen en la biblioteca. Voy con mis libros hasta las zonas indígenas.

¿Y cómo reciben los indígenas la biblioteca?

Bien. Ellos van, consulta y aprovechan la información local. Les gusta investigar sobre líderes indígenas, como Quintín Lame. También buscan datos de sus antecedentes, de cómo se formaron los cabildos y resguardos. Como la biblioteca solo tiene una mesa, que es grande, todos deben sentarse y compartir. Así expresamos el sentido de comunidad. Yo llego, me siento y mi lado tengo a jóvenes, niños, indígenas, campesinos. Cada uno leyendo, estudiando, investigando.

¿Con cuáles tecnologías cuentan?

Tenemos un espacio en una emisora de la asociación campesina de la región. Es un programa radial donde llevamos a los niños para que lean cuentos. A estos chicos también los hemos formado en radio, video y nuevas tecnologías de comunicación. Lo llevamos a la emisora para que se enfrenten a un micrófono. Además, ellos hablan de las actividades culturales de la biblioteca y hacemos un concurso cada jueves donde regalamos libros. La gente de Inzá siempre está atenta porque quieren ganar. Así también promocionamos la lectura.

¿Cómo la biblioteca ha incidido en los colegios de Inzá?

La educación en el pueblo era regular. Pero con el apoyo de la lectura ha ido mejorando. Por ejemplo, un colegio que la biblioteca asesora tuvo uno de los mejores puestos de las pruebas Saber a nivel Cauca. Y ahora a casi todos los colegios sacan a sus estudiantes a las universidades.

En Guanacas pasó algo importante: los primeros jóvenes que se fueron a estudiar, regresaron a mejorar la educación. Ese modelo ya se está replicando en otras veredas, porque los chicos terminaban grado once y se quedaban ahí.

Fuente: https://semanarural.com/web/articul...