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"Cuando bajamos de la azotea del CIE, la policía nos dio una paliza"

Sábado.22 de octubre de 2016 85 visitas Sin comentarios
"Estuvimos 24 horas encerrados en las habitaciones" #TITRE

"La policía negoció con nosotros y nos prometió que podríamos hablar con el director pero cuando bajamos nos pegó muchísimo", dice Omar que participó en el motín del CIE de Aluche

"También pegaron a quienes no participaron. Me tiraron de la cama al suelo y me dieron con la porra en la muñeca y en la pierna", asegura Hamed (nombre ficticio)

La Dirección General de la Policía lo niega asegurando que tienen informes médicos que acreditan que no hay heridos

Fue una de las 39 personas que pidió durante horas "libertad". Desde lo alto de la azotea del Centro de Internamiento de Extranjeros de Madrid, gritó que los trataban como a "como a perros", rogó "clemencia" pero, dice, en el fondo presentía que no acabaría bien.

Varios internos del CIE han contado a eldiario.es su versión de lo ocurrido antes y después de la protesta en el tejado del centro. "Un hombre estuvo negociando con nosotros mucho tiempo. Nos dijo que bajásemos, que el director hablaría con nosotros. Bajamos, confíamos... y empezaron a pegarnos mucho, muchísimo...", dice Omar (nombre ficticio), desde el interior del CIE de Aluche, un día después del motín.

"Bajamos del techo y la solución fue una paliza tremenda", continúa el joven. "Yo tengo el costado con muchísimo dolor. Algunos no pueden casi ni respirar. Tenemos moratones por todos los lados".

Este jueves, el ministro del Interior en funciones ha afirmado que, después de la protesta, los internos desistieron "de forma pacífica". Este fue el vídeo que publicó la Policía después de que decidiesen regresar por su propio pie:

Según las personas encerradas en el CIE, después de bajar empezaron los golpes. La Dirección General de la Policía ha negado la versión de los internos de forma rotunda. Fuentes policiales aseguran que los agentes no pegaron a los internos en ningún momento y añaden que "en el CIE no se tortura". Según dicen, tienen informes médicos de todos los internos que participaron en la propuesta y "ninguno ha resultado herido".

Según explica Hamed (nombre ficticio), no solo fueron agredidas las personas que participaron en la protesta. Este chico marroquí, que descansaba en su cuarto cuando estalló el motín, asegura que ellos también recibieron golpes. "Nos pegaron a todos. A todos", dice, bajando el tono cuando se acerca algún agente. Asegura que durante la noche del martes, después de que sus compañeros subiesen al tejado, la "policía corrió hacia sus cuartos para controlarlos".

"Entraron y nos dijeron: ’¡Al suelo, al suelo!’ Y nos fueron tirando uno a uno de la cama al suelo", relata.

"Un agente me pegó con la porra en la muñeca y en la pierna. Y luego me dio varios puñetazos. Qué fuerte daban los cabrones", dice el chico que no había participado en la protesta. "Yo agarre la porra para que no me pegase más, y vino otro policía y me golpeó con las manos", detalla.

Como Omar, habla de algunos de los compañeros más lesionados. "Creemos que a un chico le han roto una costilla, le duele mucho. A otro le pegaron bastante en la cabeza", añade. Según aseguran los internos consultados, ninguno de ellos ha sido trasladado al hospital, aunque "alguno sí lo ha pedido".

Por qué decidieron levantarse contra el CIE

Los internos explican que varias decenas de internos, sobre todo de origen argelino, llevaban desde el jueves pasado pidiendo una reunión con el director del CIE. Iban a hacerle una propuesta: "O que nos soltasen o que nos deportasen, pero queríamos salir de aquí ya. Esto es un infierno, un maltrato constante", dice Omar, quien ha pedido no dar detalles que puedan identificarle por miedo a represalias.

"Preguntábamos si estaba el director. Primero, nos dijeron que hasta el lunes no llegaba. El lunes volvimos a preguntarlo y nos dijeron que no podíamos verle", apunta el chico que acabó gritando durante horas en el tejado. "Cada vez había más tensión, los chicos se enfadaban porque se sentían ignorados. Aquí hay gente enferma a la que no hacen caso. Pensaban en hacer huelga de hambre. Yo veía que no iba a acabar bien", comenta el otro joven.

Tras acabar de cenar, "cerca de 60 personas" (39, según la versión oficial) decidieron no subir a sus habitaciones y permanecer en el comedor. "A mí me lo dijeron pero al final subí", dice Hamed. Según explica, para poder salir a la azotea, "rompieron una ventana y una puerta con los bancos metálicos" de la sala.

"Conseguimos salir al tejado arriesgando nuestra vida", sostiene Omar, que agradece el apoyo que pudo ver desde la azotea, cuando decenas de activistas los animaban y aplaudían a las puertas del centro. "Allí estuvimos muchas horas sin agua, sin comida, sin nada", describe Omar, quien asegura que aún no han podido reunirse con el director.

"Estuvimos 24 horas encerrados en las habitaciones"

En el módulo de mujeres del CIE de Madrid, Jana suspira cuando se le pregunta qué ocurrió durante la noche del martes. No vio nada, pero sí escuchó y notó los efectos de la protesta. "Escuché golpes y muchos gritos. Y me acuerdo de una voz que decía ’Dale, dale, que aquí no hay cámaras", describe la mujer, que añade lo que todos comentan: "Esto es peor que la cárcel, estar aquí es muy injusto".

Al día siguiente, todos los internos y las internas del CIE tuvieron que permanecer encerrados en sus habitaciones y, según aseguran, con la luz encendida durante 24 horas. "Yo lo pasé muy mal, porque sufro mucho cuando estoy encerrada. Tengo claustrofobia, sentía que no podía respirar", narra la mujer, que dice que no pudo dormir por la luz. "Pedimos a los policías que la apagasen pero nadie nos hacía caso".

Tampoco pudo hablar por teléfono con su madre. "Todos los días la llamo porque está muy preocupada desde que estoy aquí. Pedí por favor que me dejasen solo un minuto el móvil para hablar con ella pero no me dejaron", lamenta Jana.

Ninguna de las personas encerrada en el CIE de Aluche recibieron sus móviles por la tarde, cuando suelen hacerlo, por "razones de seguridad", según confirmó eldiario.es. Pero a Jana nadie se lo explicó: "No me dijeron por qué".

Hamed cuenta una historia similar desde el módulo de hombres. Que no pudieron salir durante 24 horas, que la luz estuvo todo el rato encendida y que les entregaron unos bocadillos para comer. "Además pusieron música todo el día. Era imposible dormir", añade.

Aunque decidió no participar en el motín de sus compañeros, reconoce que su decisión ahora sería diferente. Su rabia ha aumentado. "Si se levantan otra vez, no creo que puedan pararlo. Nosotros comimos hostias sin hacer nada. Así que a la próxima sí haremos algo", concluye tras las opacas ventanas azules del Centro de Internamiento para Extranjeros de Madrid.

Gabriela Sánchez

eldiario.es

Tomado de Kaos en la Red


Las ONG denuncian en los juzgados agresiones a los internos del CIE tras el motín

SOS Racismo y la Coordinadora de Barrios piden que se investigue la "represión policial" que aseguran que sufrieron varios internos tras el motín ocurrido en la noche del pasado miércoles

Las ONG confirman haber visto a personas dentro del CIE con marcas y hematomas que dicen haber recibido golpes de los agentes tras la protesta: eldiario.es publicó este jueves los testimonios de varios de ellos

"Exigimos que, hasta que se esclarezcan los hechos, se adopten medidas cautelares para evitar la deportación de aquellas personas que hayan sufrido agresiones o sean testigos", dice SOS Racismo.

Patricia Ruiz

SOS Racismo y la Coordinadora de Barrios han presentado este viernes una denuncia ante los juzgados de Plaza de Castilla, para exigir que se investigue "la represión policial que sufrieron los internos del CIE de Aluche (Madrid)" tras la protesta acontecida en la noche del 18 al 19 de octubre en la azotea del centro, cuando 39 de ellos pidieron "libertad" y denunciaron las malas condiciones en las que viven encerrados.

La denuncia, apoyada por la Coordinadora para la Prevención y Denuncia de la Tortura, pide que se investiguen los hechos y exige que se adopten las medidas cautelares pertinentes para evitar la deportación, "hasta que se esclarezcan los hechos", de aquellas personas "que hayan sufrido agresiones o sean posibles testigos de lo ocurrido".

Los testimonios recogidos por SOS Racismo coinciden con los publicados el jueves por este medio, en los que varios internos manifestaron haber recibido golpes y malos tratos por parte de los agentes de la Policía nacional: " Nuestros compañeros han visto a personas con marcas y hematomas. Relatan que estuvieron negociando con los agentes, que llegaron a un acuerdo según el cual no habría represalias si bajaban del tejado, pero que sí las hubo, también contra personas que no participaron en la protesta", explica la portavoz de SOS Racismo, Clara García.

"Bajamos del techo y la solución fue una paliza tremenda", decía Omar (nombre ficticio) en conversación con eldiario.es desde el CIE de Aluche, un día después del motín. "Yo tengo el costado con muchísimo dolor. Algunos no pueden casi ni respirar. Tenemos moratones por todos los lados", añade.
La versión policial

La Policía ha negado que los agentes pegaran a los internos y aseguran tener informes médicos de todas las personas que participaron en la protesta, en los que, según indican, se prueba que "ninguno ha resultado herido".

"Dudamos mucho de la veracidad de los partes médicos a los que hace referencia el ministro del Interior, en tanto y cuanto el CIE de Aluche se ha distinguido, lamentablemente, por ser un lugar donde la atención médica es tan deficitaria que se llegó incluso a producir hace unos años el fallecimiento de Samba Martín", ha dicho Javier Baeza, portavoz de la Coordinadora de Barrios.

Baeza hace referencia al caso de la muerte de Samba Martine , encerrada en el CIE de Aluche en 2011 sin el tratamiento médico adecuado, pese a que las autoridades del centro tenían constancia de su enfermedad. Finalmente, la Audiencia Provincial reconoció que la tragedia podía haberse evitado.

Incomunicados el día después

El ministro del Interior en funciones aseguró que el centro recuperó "la normalidad" después de la protesta, pero eldiario.es comprobó que no fue así. Tras el motín, la Policía activó un dispositivo de seguridad que impidió cualquier contacto con los internos, el acceso al interior del centro y la comunicación con las personas encerradas, incluso con aquellas que no habían participado en el motín.

"Durante todo el día no pudieron hablar con nadie, ni con sus familiares, ni con las ONG ni con sus abogados", corrobora Clara García, que asegura que actualmente esas comunicaciones ya se han reestablecido.

Fernández Díaz ha defendido "la labor diaria de la Policía" y ha asegurado que los centros españoles están "a la vanguardia" en cuanto a las "garantías de respeto a los derechos humanos que tienen los internos". Sin embargo, sus declaraciones chocan tanto con los testimonios de los internos tras los acontecimientos de esta semana, como con multitud de informes en los que las organizaciones han documentado durante años malos tratos, hacinamiento, incomunicación e indefensión legal de las personas encerradas y ausencia de asistencia sanitaria permanente.

SOS Racismo y la Coordinadora de Barrios han aprovechado la concentración mediática frente a los juzgados para reiterar su postura a favor del cierre de los CIE. "Condenamos la respuesta policial y reafirmamos en la denuncia el uso desproporcionado de la fuerza, la violencia y los tratos vejatorios como práctica frecuente en estos centros, que son un lugar de no-derecho en los que se priva de libertad a migrantes por una simple falta administrativa", concluyen las ONG.