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Costa Rica: 66 años sin ejército

Miércoles.10 de diciembre de 2014 158 visitas Sin comentarios
Cristina Robles #TITRE

El 1 de diciembre de 1948, terminada la guerra civil en el país, la recién conformada Junta de Gobierno, dictó la abolición del ejército costarricense, siendo así el primer país en la historia en tomar tal decisión, para garantizarla constitucionalmente un año más tarde.

Costa Rica es un pequeño país centroamericano, tan pequeño que muchas veces lo confunden con Puerto Rico (aunque no es una isla, ni Estado libre asociado de Estados Unidos). Un país que logró esquivar los conflictos armados centroamericanos durante la segunda mitad del siglo XX y que se caracteriza por tener una de las democracias más sólidas de toda la región.

Es así que el 1 de diciembre de 1948 marca la historia moderna de ese país, cambiando no sólo paradigmas políticos, sino también sociales y de producción. Gracias a este dramático cambio, Costa Rica dispone de nuevos presupuestos para educación, salud y cultura que antes estaban destinados a la institución castrense. Pero, ¿por qué eliminar el ejército?

En los meses de marzo y abril de 1948 estalló la Guerra Civil, hecho que llevó al poder a José Figueres Ferrer, líder del Ejército de Liberación Nacional y quien encabezó la Junta Fundadora de la Segunda República. Fueron varias las razones para deshacerse del ejército; para empezar y siguiendo la lógica cartesiana, desmantelar el ejército significó que el nuevo gobierno no se se vería enfrentado a nuevos intentos de golpe de Estado, por lo que sería mucho más fácil edificar una nueva república.

Por otro lado el ejército se encontraba “en total desorganización, carecía de materiales bélicos; las escasas armas que tenían estaban inservibles y más bien constituían un remedo de ejército y no una fuerza militar verdadera”. Por lo que mantenerlo significaría una inversión enorme, particularmente para un país de base agraria como lo era Costa Rica, drenando así los recursos estatales para educación, investigación, salud y cultura.

Como consecuencia de dichas acciones, el país optó por una política de defensa basada en el desarme y de inversión en infraestructura estatal, dando paso a la época dorada del Estado Benefactor costarricense.

Abolir el ejército significó a mediano y largo plazo, que Costa Rica no se viera golpeada por los devastadores efectos de la polarización mundial a raíz de la Guerra Fría: no hubo guerrillas, golpes de Estado, dictaduras, desaparecidos o exiliados. En cambio se consolidó como un bastión democrático en la región que abrió sus puertas a muchísimos exiliados, particularmente de Chile y Argentina.

A pesar de que siempre se le consideró alineada con occidente, Costa Rica como nación, pudo edificar un Estado de base socialdemócrata, creando una clase media amplia y civilista. Además el aparato estatal garantizó a la población servicios públicos como electricidad, agua, educación y salud universal.

Los desfiles de independencia son protagonizados por niños y jóvenes en sus uniformes de escuela, cargando bastones, banderas y tambores. Poca gente recuerda ya los desfiles militares y las bayonetas. No es para menos, para los costarricenses es difícil imaginar los cielos con helicópteros y aviones militares o ver tanques por las calles o tener que quedarse en la casa resguardándose por el último toque de queda.

Sesenta y seis años de un país sin ejército, demuestra que inequívocamente se puede avanzar sin la necesidad de las fuerzas armadas. No quiere decir que todo sea color de rosa. Las desigualdades existen y evidentemente, este país tiene un gran reto por delante, sigue siendo parte del llamado tercer mundo. Pero los “ticos” pueden asegurar que todas las generaciones que han nacido en ese país desde 1948 hasta la fecha, nunca han vivido un conflicto armado en su suelo.

“Dichosa la madre costarricense que sabe, al dar a luz, que su hijo nunca será soldado”
Ryoichi Sasakawa

Fuente: http://notas.org.ar/2014/12/02/cost...