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Canciones de mi vida: “Con botas sucias”

Martes.2 de febrero de 2016 266 visitas Sin comentarios
Cigala News #TITRE

Queriendo emular la serie de vídeos musicales que -a propósito del baile- nos proporcionó recientemente el colaborador de Tortuga Colgado de la Luna me voy a permitir ir compartiendo con vosotras y vosotros, lectoras de la página, algunos de los temas musicales que han ido jalonando mi vida, desde mi infancia, pasando por mi adolescencia y llegando a mi actual vida adulta -aunque haya quien dude que lo de “adulto” sea un calificativo que pueda corresponderme-. No seguiré una secuencia cronológica ni me atendré a una periodicidad en concreto. Tampoco escribiré largos artículos, limitándome a contextualizar la canción o a decir qué me gusta de ella. Que sea la propia música la que hable. A disfrutar.


Barón Rojo: “Con botas sucias”

Tendría yo como unos doce o trece años cuando llegué a casa de mi tío Toño, joven-adulto post hippy por aquella época-. Toño compraba vinilos de los grandes y de los pequeños y los oía en un tocadiscos de esos de caja en los que la tapa contenía el altavoz y que necesitaba un transformador para funcionar. Entre los discos que recuerdo escuchar con él había de los Beatles, de Urian Heep, de Diana Ross o de Patxi Andion. Así de ecléctico era el gusto de mi tío, como hoy es el mío. Aquel verano acababa de comprar el “Larga vida al Rock and Roll”, primer LP de Barón Rojo, y sensación del momento.
Recuerdo perfectamente la portada, negra y con un avioncito de la primera guerra mundial semejando ser una nave espacial de los videojuegos de entonces. Me encandiló esa música. Más cuando mi tío puso a Barón Rojo por las nubes en contraposición a su anterior grupo, Coz, el de “las chicas son guerreras” que, según él, eran unos poperos vendidos a las multinacionales del disco.

Mis padres no eran especialmente espléndidos con las propinas por entonces. Tampoco mi tío destacaba por su munificencia. Creo recordar que fue mi abuela la que me dio las cerca de cien pesetas que costaba que en una céntrica tienda de música te grabaran el disco en un cassete virgen. Piratería pre-sgae de la buena. Como la cinta era de una hora, en el espacio que sobraba me grabaron medio LP de Tequila. Que ya que se pagaba no era cuestión de desaprovechar nada.

Yo mismo, con bolígrafo rojo y azul, decoré la tapa y dorso del cassete con un folio recortado dibujando el avión del barón. Fue el primer disco que tuve en mi vida y lo pude oír miles de millones de veces llegando a saber de memoria hasta el más mínimo matiz de cada canción. Fue el inicio de una gran pasión por el grupo Barón Rojo y por el heavy metal en general -las filias y fobias muchas veces tienen que ver con detalles de la infancia y juventud- que se prolongaría algunos años en otros discos de los que hablaré otro día.

Aún conservo aquella cinta virgen pirateada, que guardo como oro en paño y que sigue sonando perfectamente. Ahí va el vídeo de “Con botas sucias”, la canción que más sonó del disco y la que a mi más que gustaba. Se dice que ese título era un acrónimo de CBS y que las maledicencias de su letra iban dirigidas ésta, la que había sido su discográfica anterior. Por cierto que el disco lo dedicaron al recientemente fallecido John Lennon. Todo un detalle.