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Algunos motores de la agresión israelí

Jueves.14 de agosto de 2014 110 visitas Sin comentarios
Charles-André Udry. #TITRE

Fuente: Vientosur

La agresión del Estado de Israel tiene como objetivo al pueblo palestino y sus derechos negados continuamente. No se trata de una “guerra contra Hamas”. Más allá de la masacre de civiles y de la destrucción de las infraestructuras y viviendas en Gaza, la represión criminal por parte de la policía israelí y los ataques de los colonos llamados “extremistas” contra las numerosas y masivas manifestaciones de palestinos en la ocupada Cisjordania dan fe de ello,.

La guerra llevada a cabo por un ejército que pretende definirse con el calificativo de “ejército de defensa” remite a múltiples factores. Entre ellos, hay dos que pueden ser subrayados.

En una cadena de televisión en lengua francesa -I24News, expresión del “lobby judío”, por retomar la fórmula utilizada por un periodista de Yediot Aharonot en un debate con Serge Dumont de los diarios Le Soir (Bélgica) y de Temps (Suiza) en ese canal de TV- aparece un argumento de autosatisfacción que no se utilizaba tan abiertamente en 2009. Se insiste en un dato: la industria de armamento, en sus diversos componentes, representa un montante de exportaciones de 7,5 millardos de euros en el seno de la economía de Israel. En 2013, alcanzan el 3% de las exportaciones de armas en el mundo. Por tanto, como informa, con soberbia, Le Monde Juif.info del 27 de julio de 2014 tomando datos del semanario de la City: The Economist, Israel se encuentra en el “top 10” de los exportadores de armas.

En un debate en I24News, el 26/07/2014, un “experto” en la materia planteó un argumento completamente realista: los progresos de las exportaciones de armas están ligados a la sofisticación creciente de los diversos tipos de producción militar. Ahora bien, este dominio tecnológico está directamente ligado -por retomar la fórmula de ese especialista de la industria de armamento- “a los efectos derivados de las guerras llevadas a cabo y a la experiencia acumulada”. Lo que implica que cada “operación” -desde “Plomo endurecido” hasta “Margen de protección”- desemboca en un refuerzo de la industria de armamento que juega, en todas sus ramificaciones, un papel eminente en el sistema productivo israelí.

El experto en armamento que intervenía en I24News añadía que, en términos de armamento, esta progresión aumentaba la autonomía de Israel en relación a los “más grandes”. Se sobreentiende, los Estados Unidos. Lo que supone reforzar el margen de maniobra del gobierno en las “negociaciones” con el aliado estadounidense, sin embargo tan fiel. La virulencia contra el “plan Kerry de tregua” -propia de los cargos político-diplomáticos de la ultraderecha gubernamental,- que es calificado de “pro-Hamas”/1 es una expresión coyuntural de lo anterior.

A su manera, esta retórica va tras las huellas de los “éxitos militares” de la llamada operación “Margen protector” y de la alabada “Cúpula de hierro”, que neutraliza la casi totalidad de los misiles de Hamas. Esta “cúpula” es exportable -al menos en parte- hacia diversos países. Además, siguiendo los pasos al dictador Abdel Fattah al Sissi contra los Hermanos Musulmanes, los homenajes que le brinda el gobierno Netanyahu no se deben solo a su reconocimiento por la destrucción de los llamados “túneles de Hamas” en la frontera egipcia y por sus esfuerzos diplomáticos que se presentan como opuestos a los de Kerry. El poderío económico de los militares egipcios constituye un mercado creciente para armas israelíes. La Cámara de Comercio Francia-Israel (CCFI) indicaba en junio de 2014 que las entregas de material electrónico eran un hecho establecido desde 2010. Con Sissi, pueden volver a empezar/2.

En realidad, existe un complejo militar-industrial americano-israelí. Entre las firmas israelíes -donde las confluencias con el Estado y el Ministerio de Defensa juegan evidentemente un papel relevante- se pueden mencionar las siguientes: Elbit Systems, Israel Aerospace Industries (IAI), Israel Military Industries (IMI), Israel Weapon Industrie (IWI) y Rafael Advanced Defense Systems que es la creadora de la “Cúpula de hierro”. Algunas de esas firmas tienen una presencia internacional, como Elbit o IWI. Pero una firma estadounidense como Raytheon, cuyas ventas netas, solo durante el segundo trimestre de 2014, se elevan a 5,7 millardos de dólares, constituye un eslabón significativo de este complejo.

Guerra y acumulación de capital se unen para impulsar, con regularidad, un conjunto de iniciativas que van de la guerra de baja intensidad ligada a la ocupación, de la de “vigilancia” regional y de las intervenciones puntuales (por ejemplo en Siria), hasta las guerras de agresión contra la “banda de Gaza”. O también las campañas de amenazas proferidas contra Irán. Estas últimas sirven también para inflar los libros de pedidos de las empresas israelíes y estadounidenses. En esto, el doble complejo militar-industrial funciona mejor que las centrifugadoras iraníes.

Este pilar de la economía encuentra una prolongación político-ideológica: el Estado de guerra y las guerras -que hacen eco al estatuto de estado colonialista con su punta de lanza: los colonos y las colonias -permiten frenar, si no impedir totalmente, la expresión de las variadas diferenciaciones que atraviesan a la sociedad israelí. En efecto, a las diversas discriminaciones de “estatus”, se añade una fuerte pauperización que remite a relaciones sociales polarizadas por las “reformas” neoliberales. Según la Oficina Central de Estadísticas “el 13,7% de los hogares de los que uno de los miembros trabaja están bajo el umbral de la pobreza” (Le Monde, 12/07/2014). Una de las respuestas de los dominantes -en grandes líneas, los miembros del aparato militar en el sentido amplio y de sus prolongaciones políticas así como esos 100 más ricos cuya fortuna acumulada equivale a la de 850.000 “israelíes ordinarios” (Le Monde 12/07/2014) – reside en las “operaciones de guerra” y la exacerbación de la temática del “terrorismo”. Esta última es asimilada al palestino y al árabe. Al mantra de “el pueblo de Israel debe estar unido frente a los ataques terroristas” se añade un racismo desde arriba que no deja de reforzarse. La escenificación, hace unos días, de los funerales de un soldado de origen falasha -término que significa “exilado” en amhárico, con una connotación negativa... como, de facto, su “recepción” discriminatoria en “tierra santa”- revela, al contrario, esas escisiones acumulativas propias de las relaciones sociales que minan a esta sociedad capitalista y colonialista controlada por el estado sionista. Un estado en el que, bajo diversas modalidades, toma una forma más concreta -más allá de las presupuestas causas ideológico-teleológicas- el encarcelamiento/expulsión de los palestinos.

http://alencontre.org/moyenorient/i...

Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR